¿Crees que al seleccionar las acciones ganadoras todo es felicidad? Según el informe original, no es así. Michael Mauboussin y Dan Callahan de Morgan Stanley analizaron 6,500 acciones y se centraron en las 20 con los mejores retornos para los accionistas entre 1985 y 2024. El resultado muestra que incluso las mejores acciones pueden sufrir derrumbes serios, con una caída máxima media del 72% y una duración de 2.9 años. Esperar a que vuelvan a su pico anterior puede tomar 4.3 años.
El dilema de invertir en acciones bajo riesgo
Si bien la tentación de subirse al carro de las acciones con mejor rendimiento es fuerte, la realidad es que se paga un alto precio en estabilidad emocional. Después del peor momento, los retornos anuales anormales medianos fueron del 8% durante cinco años y del 12% en diez años. No obstante, tolerar una caída del 72% no es para cualquiera. En comparación, el S&P 500 apenas bajó un 58% y se recuperó en un término de 1.4 años.
La cruda realidad del mercado de valores
El análisis también revela que muchas acciones no vuelven a alcanzar sus máximos. De hecho, un 54% de las acciones nunca retornan a su valor anterior después de tocar fondo. La mediana de recuperación apenas llega al 90% de su valor pico previo. Aun así, algunas acciones logran recuperarse en un impresionante 338.5%, demostrando que los altibajos en el mercado son parte del juego.
Enfrenta la incertidumbre económica
Además de los retos personales al invertir, se avecinan tiempos inciertos para la economía. El desplome de confianza de los CEOs en el segundo trimestre de 2025, junto con un pronóstico pesimista de una recesión en los próximos 12-18 meses, invita a la cautela. Mientras tanto, las importaciones cayeron casi un 20% en abril y los gastos de consumo personal aumentaron apenas un 0.2%, apuntando a un panorama económico complicado.
El mercado de viviendas y otros sectores
Por otro lado, el sector de la vivienda presenta un panorama mixto. Las ventas de viviendas usadas cayeron un 0.5% en abril, pero el precio medio subió un 1.8% comparado con el año pasado. En contraste, las ventas de viviendas nuevas aumentaron un 10.9%. Este vaivén refleja un mercado en constante cambio, indicando que ningún sector está a salvo de la volatilidad.