Los accidentes por resbalones y caídas representan una de las principales causas de lesiones no intencionales en los Estados Unidos. Estos incidentes pueden ocurrir en cualquier lugar: hogares, lugares de trabajo, tiendas, aceras o espacios públicos, y afectan a personas de todas las edades, aunque los adultos mayores son particularmente vulnerables.
Cada año, millones de estadounidenses sufren lesiones debido a este tipo de accidentes, lo que genera costos personales, médicos y económicos significativos.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más de un millón de personas en EEUU visitan salas de emergencia anualmente debido a lesiones por resbalones y caídas.
ntre los adultos mayores (65 años o más), estas caídas son la causa principal de lesiones fatales y no fatales. Se estima que una de cada cuatro personas mayores sufre una caída cada año, lo que puede dar lugar a fracturas de cadera, lesiones en la cabeza o discapacidades permanentes.
Las consecuencias económicas de estos accidentes también son alarmantes. Se calcula que los costos médicos directos relacionados con caídas superan los $50 mil millones de dólares anuales. De ese total, alrededor del 75% es cubierto por programas públicos como Medicare y Medicaid, lo que también representa una carga para el sistema de salud del país.
Desde el punto de vista legal y de compensación, muchas víctimas de accidentes por resbalones y caídas tienen derecho a recibir indemnizaciones, especialmente si el incidente ocurrió en una propiedad pública o privada debido a negligencia, como pisos mojados sin señalización, escaleras defectuosas o iluminación insuficiente. En estos casos, se puede presentar una demanda por responsabilidad civil.
La cantidad que una persona puede recibir por un accidente de este tipo varía ampliamente en función de la gravedad de las lesiones, la responsabilidad del propietario del lugar, los gastos médicos, la pérdida de ingresos y el sufrimiento emocional.
Informes legales y estadísticas judiciales muestran que los montos de compensación promedio por lesiones leves pueden oscilar entre $10,000 y $50,000, mientras que casos graves (como fracturas importantes, cirugía o discapacidad permanente) pueden resultar en indemnizaciones que superan los $100,000 e incluso alcanzar cifras de millones de dólares en demandas exitosas.
Además del costo humano, las empresas también enfrentan implicaciones económicas.
Las aseguradoras pagan miles de millones de dólares cada año en reclamaciones por lesiones personales relacionadas con resbalones y caídas, lo que ha llevado a muchas compañías a reforzar sus políticas de seguridad y prevención.
Existe un número considerable de abogados especializados en esta área, dado que múltiples despachos en diferentes estados (como Florida, California y Texas) ofrecen servicios específicos para este tipo de casos y tienen experiencia considerable en ellos.
Estos abogados suelen ser parte de firmas dedicadas a lesiones personales y responsabilidad de las instalaciones, y trabajan en la recopilación de pruebas, negociación con compañías de seguros y representación en juicios para obtener compensaciones por daños causados por accidentes de resbalones y caídas
