El gobierno publicó —y borró en menos de 48 horas— una lista de más de 500 jurisdicciones santuario que supuestamente obstruyen la aplicación de las leyes migratorias. Aparecieron desde ciudades progresistas hasta condados que apoyan a Trump, muchos sin políticas migratorias particulares.
El Homeland Security aseguró que se trataba de un esfuerzo por cumplir una orden presidencial que busca penalizar a estas ciudades con pérdida de fondos federales. ¿A quién creerle? El listado fue eliminado tras reclamos de alcaldes, sheriffs y expertos que señalaron errores, falta de transparencia y criterios arbitrarios. ¿La Casa Blanca? No pudo explicar quién hizo la lista ni cómo.
Confusión santuario. El listado incluía 563 ciudades, condados y estados que supuestamente restringen su colaboración con agentes federales de inmigración. Muchas de las jurisdicciones ni siquiera se autodefinen como santuario, y otras fueron incluidas por error o confusión con políticas no relacionadas con inmigración.
No existe una definición legal clara de jurisdicción santuario. Normalmente, el término se usa para referirse a lugares que no colaboran plenamente con ICE o que limitan el intercambio de información sobre inmigrantes indocumentados. Pero los criterios varían según cada gobierno.
- En abril, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que permitía suspender fondos federales a aquellas jurisdicciones santuario que impidieran que ICE ejecutara la agenda migratoria. Entre las medidas contra estas ciudades estaban recortes a subvenciones del Departamento de Justicia, fondos de seguridad pública, y contratos federales gestionados por la Oficina de Administración y Presupuesto.
- Las ciudades afectadas no fueron notificadas previamente ni se les dio oportunidad de responder antes de ser publicadas como no cooperativas. Algunas como Las Vegas, Baltimore o partes de San Diego afirmaron no tener políticas que limiten la cooperación con ICE.
- El Homeland Security retiró el listado tras fuertes críticas del presidente de la Asociación Nacional de Sheriffs, quien denunció la falta de verificación, errores graves y cero claridad sobre quién compiló la lista. También pidieron una disculpa pública por publicar información “sin rendición de cuentas”.
La lista de ciudades “santuario” publicada —y luego retirada— por la Casa Blanca revela más improvisación que estrategia. Aunque la amenaza de cortar fondos federales se mantiene, la credibilidad del proceso quedó en duda.