En un movimiento quizás inesperado, el secretario de Estado, Marco Rubio, comenzó conversaciones con el gobierno de El Salvador para traer de vuelta a los inmigrantes (con protección legal) que han sido deportados por errores administrativos.
Según documentos presentados el lunes ante la corte, Rubio está liderando negociaciones directamente con el presidente Nayib Bukele, con el objetivo de lograr la devolución de Cristian, un joven venezolano de 20 años que fue deportado a El Salvador a pesar de contar con una orden judicial que lo protegía.
“Basado en su amplia experiencia diplomática con El Salvador y su conocimiento de las sensibilidades políticas en ese país, el secretario está manejando personalmente las conversaciones con el gobierno salvadoreño”, dijo el Departamento de Estado en un comunicado incluido en la presentación judicial.
Hay más casos de inmigrantes deportados por "error"
Este caso no es el único, pero sí el más reciente y el que más ruido ha hecho. Cristian, identificado solo por su primer nombre en los documentos judiciales, llegó a Estados Unidos como menor no acompañado y era parte de una demanda colectiva que garantizaba su derecho a permanecer en el país mientras solicitaba asilo. Aun así, fue deportado.
Rubio, según el mismo comunicado, ha leído y entendido la orden judicial que exige la devolución de Cristian y quiere “asegurarle a la corte que está haciendo esfuerzos diligentes y rápidos” para cumplirla.
La participación de Rubio marca un cambio de tono
Hasta ahora, la administración Trump ha sido reacia a cumplir con órdenes judiciales similares. En otro caso, el del salvadoreño Kilmar Abrego García, deportado a una prisión en El Salvador pese a tener una orden judicial a su favor, el gobierno se negó a traerlo de vuelta.
La administración argumentó que su obligación era “facilitar” el regreso, pero no forzar a El Salvador a liberarlo. Bukele, por su parte, ha dicho abiertamente que no lo soltará.
Y hay más: un tercer migrante, un guatemalteco que había sido violado y extorsionado en México, fue deportado allí nuevamente a pesar del riesgo. En este caso, el Departamento de Justicia dijo la semana pasada que está trabajando para traerlo de regreso a bordo de un vuelo de deportación en sentido contrario.
“Es una cadena de errores con consecuencias humanas gravísimas”, comentó un abogado involucrado en los casos. Y lo más grave: los afectados están siendo deportados a países donde corren riesgo real.
El halcón mueve sus alas
Rubio, conocido por su influencia en política exterior, especialmente en América Latina, tiene una relación fluida con Bukele desde hace años. Ese vínculo podría ser clave para destrabar la situación, aunque la Casa Blanca aún no ha explicado por qué fue necesario que el secretario de Estado interviniera personalmente, ni quién autorizó las deportaciones originales en contra de la ley.
Lo que sí es claro es que los errores ya están cometidos, y ahora queda por ver si Rubio puede convertir su reputación diplomática en resultados concretos. Porque en medio del caos migratorio, lo que hay en juego son vidas reales y la credibilidad de las instituciones.