En un escenario de tensiones comerciales globales, los precios de los productos del mar en Estados Unidos están en la mira, según el informe original publicado por Reuters desde Ginebra. El reporte, elaborado por la agencia de comercio de las Naciones Unidas, detalla cómo las políticas arancelarias están dislocando el comercio de productos oceánicos. El presidente Donald Trump ha impuesto aranceles del 10% sobre casi todos los productos del mar, mientras que China enfrenta un gravamen aún mayor del 30%.
Desafíos para la producción local
El informe destaca que los precios de los productos pesqueros probablemente subirán debido a la limitada capacidad para aumentar la producción local en Estados Unidos. Las existencias de peces silvestres se encuentran restringidas, en gran parte por la sobrepesca. Además, el incremento en la producción de acuicultura, como es el caso de las granjas de salmón, no es inmediato, pues implica un ciclo de tres años. Tal coyuntura deja a los EEUU con un balance comercial de $4.5 mil millones en exportaciones y $16 mil millones en importaciones de pescado cada año, según datos de UNCTAD.
Repercusiones para América Latina
Para países como Brasil, que exportan el 55% de sus productos pesqueros primarios a EE.UU. y China, el informe de UNCTAD plantea posibles reorientaciones del mercado. Brasil podría destinar estos productos al consumo interno o buscar nuevos socios comerciales. Este cambio podría aliviar las tensiones comerciales, aunque crea incertidumbres para las rutas de exportación tradicionales. Esta adaptación responde a la previsión de una demanda más débil en servicios de transporte marítimo debido a estas transformaciones.
El impacto de los aranceles en la economía oceánica
Los aranceles sobre el acero y el aluminio también están incrementando los costos de la construcción naval y, en consecuencia, los precios del pescado, indica UNCTAD. Estas dinámicas no solo afectan a consumidores y exportadores, sino que también amenazan el flujo comercial tradicional del océano. De acuerdo con el informe, "los aranceles más altos o volátiles sobre los productos oceánicos probablemente interrumpan los flujos comerciales tradicionales", lo cual tiene un impacto directo en la economía oceánica global.
Amenazas ambientales que complican el panorama
Finalmente, el cambio climático, la sobrepesca y la pérdida de biodiversidad se perfilan como amenazas crecientes para el comercio oceánico global. Estas variables exacerban la ya tensa situación provocada por las políticas arancelarias y las limitaciones de la producción local. Con estos desafíos en el horizonte, el mercado de productos del mar enfrenta tiempos de incertidumbres que demandan estrategias adaptativas tanto para exportadores como para consumidores.