Según el informe original, Bulgaria está lista para convertirse en el miembro número 21 de la unión de la moneda euro. La transición del lev, la moneda nacional, al euro está programada para el 1 de enero. Esta decisión sigue una revisión positiva de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo sobre el cumplimiento de Bulgaria con los requisitos necesarios para unirse a la eurozona.
Proceso de integración
Bulgaria lleva preparando su entrada al euro desde 1999, cuando decidió fijar su moneda, el lev, al euro. Este paso se dio antes incluso de unirse a la Unión Europea en 2007. Con una deuda pública situada en un 24.1% de su producción económica anual, Bulgaria ha logrado situarse muy por debajo del límite del 60% establecido como criterio para la membresía en la eurozona. La última etapa crítica fue controlar la inflación por debajo del nivel de referencia del 2.8%, algo que las autoridades han logrado cumplir.
Perspectiva de los búlgaros
No todos en Bulgaria están convencidos de que unirse al euro sea el camino correcto. Según la encuesta más reciente de Eurobarómetro, el 50% de los búlgaros se opone a esta decisión y el 43% está a favor. Entre las razones se encuentran el miedo a la inflación y la desconfianza en las instituciones oficiales, ya que el país ha visto siete gobiernos en apenas cuatro años. Además, el presidente Rumen Radev promovió un referéndum sobre el tema, pero el parlamento rechazó la propuesta.
Detalles de la transición
A partir del 1 de enero, solo se dispensarán euros en los cajeros automáticos en Bulgaria, pero tanto el lev como el euro circularán durante un mes. Para quienes aún posean levas, estas podrán ser cambiadas en los bancos por 12 meses y sin límite de tiempo en el Banco Nacional de Bulgaria. Este proceso busca facilitar una transición fluida hacia la nueva realidad económica del país bajo el paraguas del euro.
Contexto europeo actual
Bulgaria no es la única que ha elegido no adoptar el euro inmediatamente; países como Dinamarca tienen un acuerdo de exclusión, mientras que Suecia rechazó el euro en un referéndum en 2003. Actualmente, otros miembros de la UE como Polonia y Hungría aún no han adoptado la moneda única. El caso de Polonia es curioso, ya que su economía ha crecido significativamente en las últimas dos décadas sin el euro, duplicando su tamaño. En la reciente elección presidencial, el ganador Karol Nawrocki hizo campaña para mantener el zloty, la moneda nacional.