Una llamada muy esperada entre el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el Presidente de China, Xi Jinping, ha tenido lugar, de acuerdo con los medios estatales chinos. Según el informe original, la conversación fue iniciada a petición de Trump, aunque sin detalles adicionales proporcionados por el lado chino. Estas discusiones llegan en medio de advertencias de crecientes tensiones comerciales entre las dos potencias.
Un panorama comercial detenido
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha descrito las conversaciones comerciales actuales entre Estados Unidos y China como "estancadas". Esta parálisis en las negociaciones comerciales surge después de una tregua pactada en mayo, que había logrado reducir los aranceles en 115 puntos porcentuales por un periodo de 90 días. Sin embargo, las tensiones no han cesado y ambas naciones se acusan mutuamente de engaños recientes.
Acusaciones y desacuerdos
Donald Trump ha manifestado en redes sociales que lidiar con Xi Jinping es "extremadamente difícil", lo cual refleja la complejidad del trato bilateral. De hecho, tanto Estados Unidos como China han lanzado acusaciones mutuas de incumplir el acuerdo comercial, siendo el punto más álgido el reclamo de EE.UU. de que China no ha relajado las restricciones sobre minerales críticos. En respuesta, el Ministerio de Comercio chino ha rechazado estas acusaciones y señala a Estados Unidos de socavar el acuerdo.
Un pacto que pende de un hilo
El pacto firmado en mayo, calificado por Trump como un "descanso total", parece estar en peligro mientras las desavenencias continúan. Las restricciones sobre minerales cruciales, vitales para tecnología avanzada y otros sectores, está en el centro de la disputa. La falta de progreso podría escalar las tensiones y afectar no solo las relaciones bilaterales, sino también el comercio global.