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Se acabó el amor... Elon y Musk rompen y todos pagamos el show

El divorcio forzado de Trump y Musk provocó un efecto rebote

Foto: EFE

Lo que empezó como una alianza de alto voltaje terminó en divorcio público, con insultos cruzados, amenazas de sabotaje y un Congreso mirando con cara de “¿y ahora qué?”. Trump le dio poder y palco; Musk, dinero y validación. Pero tras la crítica del CEO de Tesla al “Big Beautiful Bill” y sus ataques por X, el presidente activó modo represalia: cancelación de contratos, amenazas con quitar subsidios y un mensaje directo: “Elon está loco”.

Nadie puede decir con certeza si estamos ante una partida de ajedrez 3D, un guion de la WWE o simplemente un choque de egos XXL. Pero como decía el propio Musk hace años: “The most entertaining outcome is the most likely.”

Y aquí estamos: el auto boicoteo republicano lo firmaría un guionista de HBO. Los estrategas de Trump temen que Musk sabotee su legado legislativo, mientras el magnate promete “estar por aquí los próximos 40 años”. La pelea va para largo.

Demócratas observan desde la barrera, comiendo popcorn político. Y aunque nadie les cree un abrazo con Musk, la lógica electoral hace sonreír a más de uno. Si esto termina con menos votos republicanos y más caos interno, mejor para ellos. Mientras tanto, el país ve cómo el presidente y el empresario más influyente del mundo se destruyen en vivo y en directo. Quién necesita Netflix.