El Tesoro de Estados Unidos tiene la mira puesta en un movimiento clave para los inversores: la venta de $22 mil millones en bonos a 30 años programada para el jueves. Según el informe original, esto no es solo un procedimiento habitual, sino un indicador crucial del apetito del mercado en tiempos inciertos. En palabras de Jack McIntyre, gerente de cartera de Brandywine Global Investment Management, estos bonos podrían ser considerados los "más despreciados" en el mercado actual.
Rendimientos en máximos históricos
Los rendimientos de los bonos a 30 años han alcanzado niveles que no se veían en casi dos décadas, ascendiendo a un 5.15% el mes pasado y situándose recientemente en un 4.94%. Este contexto de rendimientos altos refleja una demanda de mayor prima por parte de los inversores, quienes perciben un nivel de riesgo aumentado. Además, Greg Peters de PGIM Fixed Income subraya la preferencia por evitar estos bonos a largo plazo, dado su vínculo creciente con fuerzas políticas más que monetarias.
Preocupación fiscal en aumento
Fred Hoffman, profesor de finanzas en Rutgers Business School, señala una tendencia fiscal preocupante que se suma a las presiones del mercado. La reciente subasta de bonos a 20 años ya mostró una demanda decepcionante, elevando las expectativas para la próxima subasta de bonos a 30 años. Mientras tanto, Kathy Jones, estratega de Charles Schwab, predice que podríamos ver una curva de rendimiento más pronunciada en los próximos meses.
Próximas subastas y expectativas económicas
A lo largo de la semana, el Tesoro también planea otras subastas importantes: $58 mil millones en notas a tres años el martes y $39 mil millones en deuda a 10 años el miércoles. Además, los datos económicos que se revelan en los próximos días, incluyendo inventarios de comercio mayorista y expectativas de inflación de la Fed de Nueva York, serán elementos cruciales para los analistas.
Perspectivas en el horizonte
Con más subastas a lo largo de la semana, el mercado monitorea de cerca cada movimiento y resultado. La reacción de los inversores y los posibles impactos económicos serán esenciales para entender la trayectoria futura de los bonos del Tesoro. A medida que los datos económicos se publiquen, el sentimiento del mercado podría experimentar ajustes significativos, pero las incertidumbres sobre el déficit y el dólar siguen siendo temas de fondo inquietantes.