En un escenario económico que sufre enfriamiento del mercado laboral y actividad económica en desaceleración, los estrategas de Wall Street se mantienen optimistas. Según el informe original, a pesar de estos síntomas, no hay preocupación por una ralentización estacional este verano. De hecho, muchos han sostenido sus previsiones para el S&P 500 al cierre del año, fijando sus objetivos entre 6,300 y 6,500 puntos.
Pronósticos del S&P 500 y expectativas de crecimiento
El pasado lunes, el índice S&P 500 se mantenía en torno a los 6,010 puntos, a solo un 2% de su máximo histórico. Estrategas como Mike Wilson, jefe de inversiones de Morgan Stanley, consideran que el mercado ya había anticipado una moderada desaceleración desde principios de año. Mientras tanto, David Kostin, principal estratega de acciones de Goldman Sachs, prevé que este índice alcanzará los 6,500 en un lapso de 12 meses.
Datos económicos reveladores y sus impactos
Los datos recientes no han sido tan alentadores: el sector privado añadió solo 37,000 empleos en mayo, el registro mensual más bajo en más de dos años. Además, las solicitudes semanales de subsidios por desempleo alcanzaron su nivel más alto desde octubre de 2024. Las revisiones de nóminas no agrícolas mostraron que en marzo y abril se crearon 95,000 empleos menos de lo que se pensaba inicialmente.
Cambios en las expectativas inflacionarias y de crecimiento
En mayo, el índice de expectativas futuras del Conference Board tuvo su mayor incremento mensual desde mayo de 2009. Asimismo, las expectativas de inflación según la encuesta mensual de la Reserva Federal de Nueva York disminuyeron por primera vez este año, marcando una posible reducción de los temores inflacionarios impulsados por aranceles.
Estrategias de inversión y riesgos futuros
Scott Chronert, estratega de Citi, elevó su objetivo del S&P 500 a 6,300 puntos desde un pronóstico previo de 5,800, mostrando preferencia por las acciones de crecimiento en tecnología. Aunque las previsiones de crecimiento económico ya no disminuyen, con un consenso proyectado de 1.4% de crecimiento anual en 2025, Chronert y otros estrategas identifican un riesgo clave: que los datos de crecimiento económico se desaceleren más de lo esperado por el consenso.
