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Marines, Guardia Nacional y resistencia en LA

Más de 55 detenidos mientras el caos persiste en la ciudad de Los Ángeles, mientras Trump dice que sería "great" arrestar al gobernador Newsom

Foto: EFE

Lo que comenzó como una manifestación contra redadas migratorias terminó convirtiéndose en un enfrentamiento político de alto voltaje entre el gobierno federal y el estado de California. Las calles de Los Ángeles ardieron —literalmente— durante tres días de protestas en las que más de 50 personas fueron arrestadas, activistas fueron gaseados, y el presidente pidió abiertamente la detención del gobernador.

Desde la Casa Blanca aseguran que los manifestantes son “insurreccionistas” y que Gavin Newsom es “un incompetente con un tren muy caro”. ¿Es esto una crisis migratoria, un conflicto de poder o una advertencia del tipo de segundo mandato que se está cocinando? Depende a quién le preguntes. Lo que está claro es que las cosas en California ya no son solo sobre ICE.

¿Qué encendió la mecha? En medio del rechazo a las redadas masivas de ICE, se unió el arresto de David Huerta, un influyente líder sindical que fue arrestado el viernes por “obstrucción” durante una redada.

Arréstenme. Lo haré. Una afirmación, una respuesta. Las protestas en California se metieron en un terreno político pantanoso. Momentos después de que el gobernador dijera “arrest me”, el presidente Trump aseguró que está de acuerdo y que sería “great” arrestar a Newsom tras su “incompetencia” en las manifestaciones. 

Más que protestar. Resistir. 

  • Decenas de arrestos y un creciente clima de tensión.

Desde el viernes, al menos 56 manifestantes han sido arrestados en Los Ángeles, principalmente en el centro de la ciudad, donde miles salieron a protestar por las redadas de ICE. El domingo fue el día más tenso, con 27 arrestos, incendios de vehículos y uso de gases lacrimógenos y balas de goma por parte de la policía. Las protestas continúan este lunes, con más movilizaciones convocadas por organizaciones civiles y sindicales.

  • La Guardia Nacional y los Marines ya están en la calle (aunque no todos están de acuerdo).

Unos 2,000 soldados de la Guardia Nacional fueron desplegados por orden de Trump el fin de semana. De ellos, al menos 300 fueron enviados directamente a Los Ángeles y ciudades cercanas como Compton y Paramount. Newsom calificó la decisión como “una provocación” y anunció que California demandará a la administración federal. Para echarle más aceite al sartén, este lunes, según fuentes, el Departamento de Defensa ordenó enviar a más de 700 marines a LA. 

  • Distintos bloques políticos rechazan la ruta que ha tomado la Casa Blanca.

Mientras los demócratas se ponen del lado de Newsom (como era de esperarse), grupos pro-Trump critican la decisión del presidente por militarizar LA. El bloque de Latinas for Trump, criticó los arrestos de inmigrantes en California y los calificó inaceptables e inhumanos. “Esto no es por lo que votamos”, dijo en X, Ileana García, cofundadora del grupo y senadora estatal de Florida.

Aunque el presidente puede activar a la Guardia Nacional bajo ciertas condiciones, históricamente se ha hecho con cooperación estatal. El último precedente de un despliegue sin el apoyo de un gobernador fue en 1965, en Alabama, para proteger a manifestantes por los derechos civiles.

¿El punto de inflexión? Esta legislación establece que órdenes para esos fines serán “emitidas a través de los gobernadores de los estados”.  ¿Y el gobernador? Además de tener sus diferencias con el presidente, argumenta que esta vez no hay insurrección ni emergencia real, y varios expertos ven este choque como una nueva prueba legal del alcance del poder ejecutivo

La militarización de LA no es solo una decisión operativa: es un ensayo de poder (quién tiene más, quién tiene menos). Si bien Trump no invocó directamente la legislación de insurrección, dejó la puerta entreabierta. ¿Preocupación? Quizás. La decisión puede ir más allá de querer calmar las calles: parece más bien querer marcar territorio.

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