Por Maximiliano Manzoni, Huella Zero
En las comunidades latinas son varios los estudios que identifican un interés creciente por adquirir vehículos eléctricos. Pero la falta de conocimiento sobre la electromovilidad, el acceso a créditos y, sobre todo, preocupaciones para el acceso a cargadores públicos en carreteras para estos vehículos son las principales barreras para su adopción masiva.
La buena noticia es que en la última década la cantidad de cargadores públicos para vehículos eléctricos creció más de seis veces, pasando de 30,000 en 2016 a 195,000 en 2025. Esto de acuerdo con datos del Departamento de Energía analizados por Climate Central.
“Dado que la mayor parte de la red de carga nacional está concentrada en cargadores privados en hogares unifamiliares, la expansión de los cargadores públicos de EV puede favorecer un acceso más amplio y equitativo a los EV”, reflexionó la organización en un comunicado de prensa.
Datos comparados muestran que gran parte del aumento de la infraestructura pública para vehículos eléctricos beneficia a Estados con amplio porcentaje de comunidades latinas. Fuente: Climate Central / US Census 2023
La infraestructura pública de carga de EV en los EE. UU. ha aumentado rápidamente durante la última década para ayudar a satisfacer la creciente demanda de EV.
A partir de enero de 2025, había 195,874 puertos de carga públicos en los EE. UU. en 69,679 estaciones.
Eso es más de seis veces más cargadores públicos que hace una década, en 2016, cuando había aproximadamente 30,000 cargadores públicos.
Casi la mitad de los cargadores públicos están instalados en California, Nueva York, Florida y Texas, estados donde a su vez se concentran gran porcentaje de comunidades latinas, de acuerdo con datos oficiales de 2023.
Fuente: Climate Central (2025)
Se necesita un millón de cargadores más para cubrir demanda de electromovilidad
Pese al aumento de cargadores públicos, solo un cuarto son de aquellos que permiten una carga más rápida de vehículos eléctricos.
En los EE. UU., solo el 2% de todos los viajes en automóvil duran más de 50 millas. Pero la infraestructura para garantizar tiempos de carga más rápidos y más duraderos permitirá aumentar la posibilidad de cruzar el país en vehículos eléctricos y disipar dudas sobre su independencia, una de las preocupaciones identificadas en un análisis de Green Latinos en 2022.
Otro problema identificado es que existen demasiadas distancias entre una estación y otra en varios tramos de las principales carreteras del país.
La densidad promedio de cargadores públicos por cada 10 millas sigue siendo dominada por estados relativamente más pequeños del noreste de Estados Unidos, como Massachusetts.
Del mismo modo que con el aumento de los cargadores, existen algunos esfuerzos regionales y estatales para que la red cubra varias rutas importantes, como por ejemplo la Autopista Eléctrica de la Costa Oeste, entre Washington, Oregón y California; o iniciativas de impulso a infraestructura de EVs para apoyar el turismo en Nuevo México e incentivos para instalar estaciones de carga públicas o en el lugar de trabajo en Nueva York, que de adoptarse nacionalmente también beneficiaría de sobremanera a latinos que no pueden costear la carga de vehículos en sus hogares.
En promedio, en todos los estados de EE. UU., conducir un vehículo eléctrico reduce las emisiones de CO2 en un 66% en comparación con un vehículo de gasolina.
A medida que la electricidad limpia siga creciendo, las emisiones asociadas a los vehículos eléctricos seguirán disminuyendo.
El país debe seguir aumentando su infraestructura para abastecer a los 33 millones de vehículos eléctricos que recorrerán sus carreteras para 2030, de acuerdo a proyecciones.
Según el Laboratorio Nacional de Energía Renovable, esto significa que el país necesitará en los próximos 5 años casi un millón más de cargadores públicos de los que hay hoy.