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- Los latinos en EE. UU. están desproporcionadamente expuestos a la contaminación del aire. Esto se debe a que viven y trabajan con mayor frecuencia cerca de fuentes contaminantes como fábricas, zonas industriales y autopistas, según los expertos consultados.
- La contaminación del aire tiene graves consecuencias para la salud de los latinos, incluyendo mayor riesgo de asma, infartos, cáncer de pulmón y enfermedades mentales. Los niños y las personas mayores son especialmente vulnerables.
- Para reducir la exposición al aire contaminado, los expertos aconsejan consultar la calidad en airnow.gov, evitar actividades al aire libre en días críticos, usar mascarilla si debes salir y mejorar el aire en casa cerrando ventanas y usando un purificador con buen filtro.
Por Isabel Rubio, de Factchequeado.
Los latinos en Estados Unidos enfrentan una carga desproporcionada de contaminación del aire. Esto genera consecuencias graves para su salud, como un mayor riesgo de asma, enfermedades cardíacas, partos prematuros, cáncer y muerte prematura. Te explicamos por qué las comunidades latinas están más expuestas a la contaminación, cómo afecta su salud y qué medidas pueden tomar para protegerse.
Los latinos son casi tres veces más propensos a vivir en comunidades con mala calidad del aire
Katherine Pruitt, directora principal de Política Nacional de Aire Limpio y autora principal del informe Estado del Aire de la Asociación Americana del Pulmón, explicó a Factchequeado que las personas latinas tienen casi tres veces más probabilidades (2.8 veces) que las personas blancas de vivir en comunidades con calificaciones reprobatorias en las tres categorías evaluadas de contaminación del aire.
Una investigación publicada en la revista PNAS indica que los latinos en Estados Unidos respiran un 63% más contaminación del aire de la que ellos mismos causan con sus actividades y consumo, mientras que las personas blancas respiran un 17% menos contaminación de la que generan. A ello se suma que casi 1 de cada 2 latinos en Estados Unidos vive en condados que frecuentemente violan los estándares de ozono a nivel del suelo, según el Fondo de Defensa Ambiental. Respirar este gas puede provocar tos, irritación en la garganta, empeoramiento de afecciones como asma o bronquitis y hasta daños pulmonares permanentes, como indicó MedlinePlus, el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de este país.
Karin Stein, coordinadora en Iowa de Moms Clean Air Force y su programa EcoMadres, señaló a Factchequeado que “todas las personas de color se ven afectadas de manera desproporcionada por la contaminación del aire en Estados Unidos, incluyendo a las comunidades latinas, que a menudo viven cerca de fuentes contaminantes como zonas industriales, patios ferroviarios, áreas de tráfico intenso y fábricas”. Además, añadió que muchos latinos están expuestos a niveles elevados de contaminación en sus lugares de trabajo, como fábricas y construcciones.
Un estudio de la Universidad de Harvard señala que en los códigos postales de mayoría latina, la contaminación del aire por material particulado fino y otros contaminantes es un 14% más alta que en las zonas de mayoría blanca. Del mismo modo, en 2016, la concentración promedio de contaminación del aire por partículas muy pequeñas (PM2.5) para la población negra fue 13.7% más alta que la de la población blanca.
Antonieta Cádiz, directora ejecutiva adjunta de Climate Power en Acción, explicó que los sitios Superfund (áreas altamente contaminadas) “representan una injusticia ambiental para las comunidades latinas, que tienen una probabilidad desproporcionada de vivir cerca de ellos”. Algo que se debe, entre otros motivos, a que los latinos con menos recursos tienden a vivir en barrios más económicos, que a menudo están ubicados cerca de fábricas, autopistas, patios ferroviarios u otras fuentes contaminantes, según los expertos consultados.
Como señaló Cádiz, los latinos también están más expuestos a la contaminación continua de las instalaciones de petróleo y gas. De hecho, un estudio publicado en la revista PNAS indica que las comunidades negras y latinas asumen una carga desproporcionada de la contaminación generada por las industrias en sus áreas cercanas, sin recibir los mismos beneficios laborales. Por ejemplo, los latinos enfrentan el 15% del riesgo de exposición a la contaminación, pero sólo ocupan el 9.8% de los empleos en esas instalaciones. En el caso de las personas negras asumen el 17,4 % del riesgo, pero sólo acceden al 10,8 % de los empleos. El estudio no da cifras específicas sobre los blancos.
Estados como California, Texas, Arizona, Nevada, Colorado, Florida e Illinois tienen altas concentraciones de comunidades latinas cerca de fuentes contaminantes, según Stein. Del mismo modo, Pruitt destacó que “muchas de las ciudades que aparecen en las listas de las más contaminadas del informe State of the Air albergan grandes comunidades latinas”. Entre ellas, mencionó Los Ángeles, Visalia, Bakersfield y Fresno en California, así como Houston, San Antonio, Phoenix y Las Vegas.
Los contaminantes del aire que más afectan a las comunidades latinas
Los contaminantes del aire a los que están expuestos los latinos varían en cierta medida dependiendo de dónde viven y cuál es la fuente de la contaminación, según Stein.
Una de las principales preocupaciones es la contaminación por partículas –también conocida como PM2.5 o hollín–, que proviene de la quema de combustibles fósiles y otros materiales orgánicos. Así lo indicó Stein, que destacó que las personas que viven cerca de zonas con tráfico intenso, plantas de energía que funcionan con carbón, instalaciones que producen o procesan plásticos, puertos o fábricas, así como en áreas propensas a incendios forestales, están especialmente expuestas a esta contaminación.
Otro tipo de contaminación preocupante es el smog o la contaminación por ozono a nivel del suelo. Este tipo de polución, según Stein, se forma cuando ciertos químicos provenientes de plantas de energía, gases de escape de vehículos y solventes químicos se combinan con el calor y la luz solar. “Los niveles de ozono son más altos durante los días calurosos y soleados, lo que significa que el calor extremo causado por el cambio climático ha provocado más días con altos niveles de ozono”, comentó.
Stein destacó además que el cambio climático también intensifica la contaminación del aire de otras maneras, “ya que está provocando incendios forestales y huracanes más frecuentes e intensos”.
“Los incendios en Los Ángeles a principios de 2025 no solo aumentaron la contaminación por partículas debido a la quema de bosques, sino que también liberaron contaminantes tóxicos en el aire al incendiarse estructuras, vehículos y fábricas en zonas urbanas”, afirmó Stein.
Además, señaló que las zonas afectadas por huracanes suelen presentar agua estancada y humedad en los edificios, lo que incrementa la contaminación del aire interior, especialmente por la proliferación de moho.
Por qué las personas con menos recursos están más expuestas
“Los factores socioeconómicos son extremadamente importantes, ya que determinan dónde pueden permitirse vivir, estudiar, ir a la iglesia, jugar y trabajar las personas”, afirmó Stein.
Según explicó, “no es casualidad que las personas con menores ingresos vivan en vecindarios más económicos, los cuales, a su vez, son más baratos precisamente porque están ubicados cerca de fuentes de contaminación que las personas con más recursos pueden elegir evitar”. Esto perpetúa las injusticias ambientales entre quienes menos pueden permitírselo, “muchos de ellos latinos”. Las comunidades afroamericanas e indígenas suelen verse “aún más afectadas por estas injusticias”.
En el caso de los latinos, la experta añadió que pueden existir barreras únicas de idioma y culturales que agravan aún más los efectos de la contaminación del aire, ya que pueden desconocer información o recursos importantes o temer buscar atención médica, “especialmente en el actual clima antiinmigrante”.
A ello se suma que la exposición a la contaminación del aire puede tener efectos económicos negativos que se extienden más allá de una sola generación, según la Oficina del Censo. Una investigación de este organismo indica que las personas cuyos padres estuvieron expuestos a menos partículas contaminantes en el aire tienen más probabilidades de asistir a la universidad y tener mayores ingresos en la adultez.
Asma, infartos y cáncer de pulmón: riesgos para la salud vinculados a la contaminación
La contaminación del aire afecta a nuestra salud. Un estudio publicado en Environment International indica que la exposición a corto plazo al ozono se asocia con un aumento de los ingresos hospitalarios por neumonía.
Como explicó Pruitt, tanto la contaminación por ozono como por partículas finas (PM2.5) puede causar muerte prematura y efectos severos como ataques de asma, infartos, accidentes cerebrovasculares, partos prematuros, deterioro cognitivo en etapas avanzadas y cáncer de pulmón.
“La diabetes y las enfermedades cardíacas son dos de las principales preocupaciones de salud en la población latina, y ambas condiciones crónicas aumentan el riesgo de sufrir daños a la salud por la exposición a la contaminación del aire”, añadió.
La contaminación ambiental es, además, carcinógena para los humanos, según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC). “Las enfermedades crónicas asociadas a la contaminación no son una historia del pasado, son una realidad diaria”, aseguró Cádiz.
Más allá de la salud física, la contaminación atmosférica afecta la salud mental y el bienestar emocional. Una investigación publicada en Current Opinion in Psychology señala que reduce la felicidad y la satisfacción vital, y aumenta la ansiedad, irritabilidad, trastornos mentales, autolesiones y el suicidio. Además, disminuye la productividad laboral y provoca ausentismo, ya que tanto los trabajadores como los niños y adultos mayores que dependen de ellos se enferman con mayor frecuencia.
Por qué niños y personas mayores son más vulnerables a la contaminación del aire
Cerca del 93% de los menores de 15 años del mundo “respiran aire tan contaminado que pone en grave peligro su salud y su crecimiento”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los niños son más susceptibles a la contaminación del aire por varias razones, según Pruitt: “Sus pulmones aún están en desarrollo, inhalan más aire por unidad de peso corporal y es más probable que pasen más tiempo corriendo al aire libre que los adultos”.
Una investigación publicada en Pediatrics indica que los bebés y los niños son especialmente sensibles a la contaminación del aire porque sus órganos se están desarrollando y tienen una mayor ingesta de aire por peso corporal. Además, según subraya la OMS, los menores viven más cerca del suelo, donde algunos contaminantes alcanzan concentraciones máximas.
La exposición al aire contaminado puede hacer que las embarazadas den a luz prematuramente y que los recién nacidos sean más pequeños y pesen menos de lo habitual, según el artículo publicado en Pediatrics.
Algunas investigaciones indican que la exposición a contaminantes está además asociada a un mayor riesgo de mortalidad perinatal (en el período inmediatamente anterior o posterior al nacimiento) en las regiones de mayor contaminación y a una mayor tasa general de mortalidad en los niños.
Además, las partículas contaminantes aumentan los ingresos hospitalarios de niños con enfermedades respiratorias, según un estudio publicado en Journal of the Air & Waste Management Association.
Algunos tipos de leucemia infantil se han asociado con la contaminación del aire, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Un metaanálisis (una revisión de los resultados de los estudios científicos publicados sobre el tema aplicando técnicas estadísticas) concluye que existe un vínculo entre la exposición ambiental a la contaminación del tráfico y el riesgo de leucemia infantil.
Pruitt destacó además que gran parte de las enfermedades y muertes prematuras causadas por la contaminación del aire ocurren en adultos mayores. A medida que una persona envejece, el proceso natural de envejecimiento “reduce la función pulmonar con el tiempo”. “El deterioro resultante de la exposición a contaminantes del aire tiene un efecto adicional, poniendo estrés en los pulmones y el corazón”, explicó.
Además, las personas mayores “tienen más probabilidades de vivir con enfermedades crónicas pulmonares, cardíacas o circulatorias que pueden empeorar tras la exposición a contaminantes ambientales”.
Cómo pueden los latinos reducir su exposición a la contaminación del aire
Las personas pueden protegerse consultando diariamente los pronósticos de contaminación del aire en airnow.gov. Si la calidad del aire es mala ese día, Pruitt aconseja:
- Reducir el tiempo que pasan al aire libre y disminuir la intensidad de las actividades al exterior. Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), las probabilidades de verse afectados por niveles poco saludables de contaminación del aire aumentan cuanto más tiempo una persona está activa al aire libre y cuanto más intensa es la actividad.
- Si una persona debe salir al exterior, usar una mascarilla. Si bien las mascarillas de tela o contra el polvo pueden no filtrar eficazmente las partículas finas, “las mascarillas N95 o KN95 bien ajustadas tienen mejores capacidades de filtración y pueden ser beneficiosas en días con niveles altos de contaminación según el índice de calidad del aire”.
- Mantener el aire interior saludable dejando las ventanas y puertas cerradas. Usar el aire acondicionado en modo de recirculación, emplear un purificador de aire portátil con filtro HEPA o, si es difícil mantener aire limpio en toda la casa, crear una habitación limpia.
Cómo crear una habitación limpia
Una habitación limpia es un espacio dentro de la casa donde se reduce al máximo la entrada de aire contaminado para proteger la salud de quienes están en ella. Stein aconsejó crearla especialmente a las personas embarazadas que vivan en áreas contaminadas.
Para crear una habitación limpia, la Asociación Americana del Pulmón recomienda:
- Elegir una habitación lo suficientemente grande para que todos los miembros de la familia quepan cómodamente; idealmente con baño privado para minimizar salidas y entradas.
- Mantener ventanas y puertas cerradas y sellarlas bien, por ejemplo, colocando toallas enrolladas en las rendijas para evitar que los contaminantes se filtren.
- Evitar generar más contaminación dentro. No usar velas, incienso, no fumar ni vapear, y evitar aspirar o usar productos de limpieza fuertes.
- Mantener la habitación fresca usando aire acondicionado en modo recirculación o ventiladores, pero sin dejar entrar el aire del exterior, para no introducir más contaminación.
- Usar un purificador de aire con filtro HEPA, adecuado para el tamaño de la habitación, para filtrar las partículas contaminantes del aire. Si no puedes comprar un purificador de aire portátil comercial, la asociación sugiere fabricar uno casero económico con un ventilador de caja y un filtro MERV 13, que suele usarse para aire acondicionado.
- Revisar y cambiar los filtros del sistema de aire acondicionado por filtros de alta calidad (MERV13 o superior), especialmente después de episodios de contaminación, como un incendio.
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