ir al contenido

¿Mientras más añejo es una bebida alcohólica podría ser menos dañina para la salud?

El envejecimiento del licor es un proceso fundamental en la producción de muchas bebidas alcohólicas como el whisky, el ron, el brandy o el tequila.

Foto: Pexels.

El envejecimiento del licor es un proceso fundamental en la producción de muchas bebidas alcohólicas como el whisky, el ron, el brandy o el tequila.

Durante este tiempo, que puede durar desde unos pocos años hasta varias décadas, el licor reposa en barricas de madera —normalmente roble— donde adquiere nuevas características sensoriales. Este proceso transforma de forma significativa el sabor, el color y la textura del producto final, otorgándole una complejidad y suavidad muy apreciadas por los conocedores.

Aunque el envejecimiento puede elevar la calidad percibida de la bebida, no convierte al alcohol en un producto más sano ni elimina los riesgos asociados a su consumo.

Durante la maduración en barricas, el licor interactúa con la madera, absorbiendo compuestos como la vainillina, taninos, lactonas y otros elementos que aportan aromas y sabores más ricos, como notas de vainilla, caramelo, frutas secas o especias.

Además, el contacto con el oxígeno a través de los poros de la madera permite una oxidación lenta que suaviza el sabor, reduciendo la aspereza del alcohol joven. Por esta razón, un licor envejecido suele considerarse de mayor calidad sensorial que uno joven.

Este proceso no modifica significativamente la composición química del alcohol etílico, que es la sustancia responsable de los efectos adversos sobre la salud. Independientemente de si un licor ha sido envejecido durante tres o veinte años, su contenido alcohólico sigue siendo potencialmente perjudicial si se consume en exceso.

Los riesgos incluyen enfermedades hepáticas, trastornos cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y alteraciones en el sistema nervioso, entre otros problemas.

En algunos casos, se podría pensar erróneamente que un licor caro o añejo es menos dañino, lo cual no es cierto.

La calidad sensorial o el prestigio de una marca no tienen relación directa con la seguridad para la salud. Incluso pequeñas cantidades de alcohol, según la Organización Mundial de la Salud, pueden tener efectos negativos, especialmente si se consumen con regularidad.

Además, el envejecimiento no elimina aditivos o subproductos de la fermentación que pueden ser irritantes o tóxicos. Aunque algunos de estos componentes se reducen con el tiempo, el alcohol sigue siendo la sustancia predominante y su efecto sobre el organismo no se neutraliza con el paso de los años en barrica.

Últimas Noticias