WorldPride 2025, celebrado en Washington D.C., aspiraba a ser un evento histórico al conmemorar los 50 años de las marchas de orgullo. Sin embargo, la asistencia quedó muy por debajo de lo previsto. Los organizadores habían proyectado la llegada de 3 millones de personas, entre visitantes locales e internacionales, pero solo asistió un tercio de esa cifra, según BBC. El impacto económico, proyectado inicialmente en $787 millones, tampoco se alcanzó, de acuerdo con Travel Weekly.
Factores políticos y advertencias internacionales
Las políticas de la administración Trump afectaron significativamente la asistencia. En países como Canadá, Alemania y Finlandia, se emitieron advertencias de viaje dirigidas a sus ciudadanos LGBTQ+, alertando sobre los riesgos de viajar a Estados Unidos. Helen Kennedy, directora ejecutiva de Egale Canada, explicó que su organización decidió no participar en el evento debido al "tono hostil" hacia las personas LGBTQ+ en Estados Unidos, reportó BBC.
Alice Siregar, una ciudadana binacional canadiense-estadounidense, compartió su temor a cruzar la frontera como mujer trans a raíz de las estrictas políticas fronterizas. Su declaración a BBC subrayó la preocupación predominante entre la comunidad trans internacional.
Reservas hoteleras estancadas
Según 51st.News, las reservas hoteleras durante WorldPride disminuyeron aproximadamente un 4% en comparación con el evento Capital Pride de 2024. Destination D.C., la oficina de turismo local, señaló que el incremento en la oferta hotelera local y la ausencia de una convención de gran tamaño simultánea (como ocurrió en 2024) posiblemente contribuyeron a esta disminución. Elliot Ferguson, presidente de Destination D.C., destacó que la asociación percibida de la ciudad con políticas federales desalentó a muchos visitantes internacionales y agregó que “es importante separar la identidad de Washington como ciudad acogedora de la retórica federal”.
El desafío de los patrocinadores corporativos
Más de un tercio de las empresas Fortune 1000 redujeron su apoyo a eventos de orgullo este año, según un estudio citado por The Daily Beast. Booz Allen Hamilton, un patrocinador clave, retiró su apoyo debido a las órdenes federales contra políticas de diversidad e inclusión. Los organizadores enfrentaron mayor presión financiera, pues, según 51st.News, el presupuesto inicial planificado de $20 millones se redujo en un 25% tras la retirada de patrocinadores como Deloitte y Booz Allen Hamilton. A pesar de los esfuerzos por diversificar el financiamiento, el apoyo corporativo solo cubrió el 50% de lo esperado.
La ciudad de Washington, DC, contribuyó con aproximadamente $7.4 millones, provenientes de asignaciones presupuestarias y subvenciones, según datos de 51st.News. La alcaldesa Muriel Bowser destacó los esfuerzos por fomentar la inclusión y el orgullo en los ocho distritos administrativos.
Protesta en lugar de celebración
Pese a las dificultades, WorldPride 2025 se convirtió para muchos en un acto de resistencia. La lluvia persistente no impidió que se llevara a cabo una marcha masiva en el National Mall durante el último fin de semana. Para estas personas, el evento sirvió como un recordatorio contundente de la lucha continua por los derechos LGBTQ+. Un participante expresó en declaraciones recogidas por NPR:
“No estoy desfilando; estoy marchando”, destacando el cambio de tono hacia una protesta más política.
WorldPride 2025 cerró con un mensaje de desafío frente a las adversidades políticas. A pesar de las limitaciones, organizadores y asistentes reafirmaron su compromiso de defender los derechos de la comunidad LGBTQ+ en un clima cada vez más hostil.