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Las dos batallas contra China que Estados Unidos quiere ganar

TSMC, el gigante taiwanés responsable del 90% de los chips avanzados del mundo, anunció la mayor inversión extranjera en Estados Unidos.

Foto: Unplash

Estados Unidos está librando dos batallas tecnológicas clave contra China, que busca ganar a como dé lugar. Por un lado, TSMC anunció una inversión histórica para fabricar y empaquetar chips de inteligencia artificial en Arizona, con la meta de reducir la dependencia de Taiwán y ganar ventaja en la carrera por la IA.

Al mismo tiempo, la Casa Blanca está soltando las riendas regulatorias para que los drones comerciales finalmente despeguen en serio, en una industria que China domina gracias a empresas como DJI. En ambos frentes, la pelea es por quién lidera el futuro digital, desde la nube, hasta el cielo.

  • La guerra fría de los chips se recalienta. TSMC, el gigante taiwanés responsable del 90% de los chips avanzados del mundo, anunció la mayor inversión extranjera en Estados Unidos con $100,000 millones destinados a nuevas plantas en Arizona. El foco está en la tecnología de advanced packaging, clave para los chips de IA como los que usa OpenAI. Esto permitiría a Estados Unidos tener una cadena de suministro más segura, sin depender tanto de Taiwán, y consolidar un one-stop shop para la producción completa de chips.
  • CoWoS: el secreto mejor guardado de la IA. Detrás de la magia de ChatGPT y otros modelos de IA está un proceso casi místico llamado CoWoS (Chips-on-Wafer-on-Substrate), la tecnología de empaquetado avanzado que está en el centro de la inversión de TSMC en Arizona. Aunque al principio fue ignorado por su alto costo, hoy es esencial para ensamblar múltiples chips en un solo mega chip ultra eficiente. Es tan importante que sin CoWoS, la revolución de la IA no tendría ni motor, ni dirección.
  • Los drones quieren despegar (ahora en serio). Estados Unidos firmó tres órdenes ejecutivas que buscan destrabar el sector de drones comerciales: menos papeleo, más vuelos sin línea de vista y menor dependencia de drones chinos (como los de DJI). Además, se reactivó el sueño de los taxis aéreos eléctricos y vuelos supersónicos, con reglas más amigables. La Federal Aviation Administration prepara regulaciones clave que saldrán antes de 2026.

 ¿Y AHORA QUÉ?

Lo que estamos viendo es el intento más serio de EEUU por no volver a perder la carrera de la innovación. Esta vez no es solo por seguridad nacional, es también por orgullo tech y control económico global. Chips y drones parecen sectores distintos, pero comparten una urgencia: quitarle el dominio a China. Spoiler: si esto falla, el futuro lo van a fabricar (y a entregar) desde el otro lado del Pacífico.

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