¡Ay, DMV! El fin de semana nos hizo preguntarnos si alguien nos lanzó una maldición deportiva. Si no fueron los bates apagados, fue la defensa invisible... ¡o las lesiones traicioneras! A punto estuvimos de encerrarnos a llorar con unos nachos en la mano, pero vamos, ¿de qué serviría? Entre giros históricos, momentos emotivos y destellos de esperanza, nuestros equipos de Washington DC demostraron que, aunque el marcador no siempre nos favorezca, nunca les falta corazón.
Mystics y un contraste histórico en la WNBA
Hace una semana nos habíamos emocionado con el paseo que las Mystics les dieron a las Sun: 104-67. Todo perfecto, pases limpios, tiros certeros, y hasta sonrisas en la banca. Pero el domingo, nuestras chicas llegaron a la cancha como si hubieran olvidado que eran profesionales. Atlanta Dream nos aplastó 89-56, un cambio de 70 puntos. Sí, sería histórico, pero no para presumir.
Allisha Gray nos pasó por encima con 32 puntos, metiendo triples como si no hubiera mañana. ¿Y las nuestras? Sonia Citron trató, pero apenas marcó 10 puntos. “No frenamos su ataque, y eso nos mató en todo”, aceptó Citron, según contó Kareem Copeland en The Washington Post. Lo único peor que la derrota fue bajar al sótano en la clasificación de la Comisión de la Copa… donde no hay luz ni esperanza.
Nationals: el club de los corazones rotos
Los Nationals siguen rompiendo récords, pero en cuánto se puede perder sin levantar cabeza. La octava derrota consecutiva llegó el domingo contra los Marlins, que nos ganaron 3-1 en casa. MacKenzie Gore hizo lo que pudo; lanzó seis entradas decentes, pero el resto… ¿Dónde dejó la ofensiva el equipo? Ni un mísero hit en situación de anotar. Eso sí, nueve turnos fallidos.
Dave Martinez habló con más ánimo de lo que merece este desastre. “Estamos cerca de salir de esto, pero necesitamos ese golpe clave”, dijo. ¿Golpe clave? Dave, ¿los bates están rotos o con qué jugamos? Al menos hay una buena noticia: Brady House, promesa de 22 años, debutará contra los Rockies. ¿Salvará al equipo? DMV dice que lo intentamos todo a estas alturas.
Spirit pierde más que solo un partido
La ilusión de que el Spirit seguiría invicto fuera de casa terminó peor que un rompecorazones en plena fiesta. Portland Thorns nos ganó 2-0 y acabaron con nuestra racha de cinco triunfos. Reilyn Turner se los hizo fácil con su cuarto gol de la temporada y Tordin cerró el juego con otro. ¿Saben qué es peor? Nunca hemos ganado en Providence Park. Así que, ya ni sorprende, pero duele igual.
Trinity Rodman sigue fuera por su lesión en la espalda, y la falta de su talento arriba nos deja con los bolsillos vacíos. WAPO narró bien cómo Portland mostró músculo y dejó claro que, en casa, no los para nadie. Este tropiezo simplemente nos confirma una cosa: aún no conocemos el significado de “remontada”.
D.C. United, ¿cuándo llega la remontada?
El D.C. United cerró la semana con un 2-0 en contra ante el Real Salt Lake, acumulando una tercera derrota consecutiva. Johnny Russell y el joven Zavier Gozo aseguraron los goles para el rival, mientras que nosotros terminamos con poco qué celebrar. Con solo una victoria en ocho partidos, Rooney tiene trabajo que hacer.
Associated Press destacó la ineficiencia ofensiva (8 disparos frente a 19 de Salt Lake), pero este equipo ha sabido levantarse antes. DMV sigue creyendo.
Commanders, minicamp y esperanza renovada
No todo fue dolor esta semana. Los Commanders cerraron el minicamp con energías renovadas, mostrando una línea ofensiva que promete proteger a Jayden Daniels de maravilla. Nombres como Laremy Tunsil y Josh Conerly Jr. traen calidad asegurada, señaló Nicki Jhabvala en The Washington Post. ¿Y qué decir de Daniels? Más preciso y fuerte que nunca, está listo para liderar esta temporada.
Mientras tanto, Sam Cosmi avanza en su recuperación y la competencia en el roster promete mantener al equipo afilado. Commanders, los vemos listos para dar batalla. ¡A por todas!
T.J. Oshie, un adiós con el corazón lleno
El lunes vivimos uno de esos momentos que estremecen. T.J. Oshie, héroe de los Capitals, anunció su retiro en un homenaje lleno de emociones. Desde sus inicios en el hielo hasta su papel clave en el título de la Stanley Cup, Oshie nos dio todo. "Cada vez que mis patines tocaron el hielo, di todo lo que tenía", dijo entre lágrimas en el Waterfront de Georgetown.
Bailey Johnson, desde The Washington Post, resumió su legado mejor que nadie. Según el gerente general Chris Patrick, Oshie no solo fue un jugador ejemplar, sino el cambio que la franquicia necesitaba para llegar al éxito. Gracias, Oshie, por todos esos recuerdos.
Aunque esta semana no regaló tantos motivos para festejar, algo queda claro en el DMV. Aquí no nos rendimos. Desde las Mystics hasta Oshie, pasando por los Nationals y D.C. United, lo único seguro es que volveremos más fuertes. Porque en esta ciudad, la resiliencia está en nuestro ADN. ¿La próxima semana? Nuestra, claro que sí.