El desfile militar del presidente Donald Trump tomó lugar en Washington, exhibiendo una impresionante demostración de poderío bélico con un saludo de 21 cañonazos, tanques, tropas, helicópteros y paracaidistas desfilando por la Avenida Constitución. Según el informe original, mientras esto ocurría, cientos de ciudades en todo Estados Unidos fueron escenario de protestas en contra del uso del poder ejecutivo por parte de Trump.
El evento en Washington contó con la participación de 6,600 soldados y una muestra de tanques Abrams y vehículos de combate Bradley. También, significó un hito en la historia del Ejército, que celebró su 250 aniversario con una serie de actividades durante todo el día en el National Mall. Lamentablemente, el desfile, que se esperaba costara $45 millones, fue objeto de críticas no solo por su precio, sino por el riesgo de daño a las calles debido al peso de los vehículos militares.
Protestas en todo el país
Las protestas no se hicieron esperar. En multitud de ciudades, grupos de derechos civiles y sindicatos organizaron manifestaciones pacíficas en respuesta al despliegue militar de Trump. El evento conocido como "No Kings" surgió inicialmente para protestar por el desfile en sí, pero cobró mayor relevancia tras una serie de redadas de inmigración en Los Ángeles, que intensificaron las tensiones políticas entre Trump y líderes demócratas.
Además de las protestas, la jornada comenzó con un trágico incidente en Minnesota, donde dos legisladores demócratas y sus cónyuges fueron baleados, uno de ellos mortalmente. En Texas, se arrestó a una persona que amenazó a legisladores estatales que planeaban asistir a las protestas, aumentando la tensión alrededor de todo el evento.
Polémica y celebración
La inspiración para el desfile de Trump data de su asistencia a una ceremonia del Día de la Bastilla en París durante su primer mandato. No obstante, la preocupación sobre los daños a la infraestructura de Washington fue generalizada, y el costo del evento levantó críticas de varios sectores. Mientras tanto, funcionarios locales advirtieron sobre los riesgos a las calles debido a los pesados vehículos militares.
Históricamente, los desfiles militares en Estados Unidos han sido escasos, ocurriendo principalmente después de importantes victorias de guerra. Sin embargo, otros eventos han terminado incluyendo exhibiciones militares, como el desfile inaugural del presidente John F. Kennedy en 1961. En el caso de Trump, la combinación del desfile con las protestas masivas pinta un cuadro contrastante de división política en lugar de unidad nacional.
Poderío y debates en la capital
El desfile prosiguió bajo las amenazas del clima, con una alerta de inundación anunciada para toda la región hasta el sábado por la noche. Trump mostró un entusiasmo evidente por la realización de semejante evento militar, un deseo que alimentó desde su experiencia en Francia, pero en casa, la reacción fue mixta. Mientras unos celebraban la muestra de fuerza, otros protestaban en defensa de los límites al poder ejecutivo y en contra de las recientes medidas migratorias.
