La gigante aeronáutica Boeing está retomando su ritmo en la entrega de aeronaves a China. Según el informe original, han entregado un nuevo 787-9 a la aerolínea china Juneyao Airlines el pasado sábado. Esto marca un hito importante en la relación comercial entre Estados Unidos y China, que había estado enturbiada por una guerra de aranceles.
Aterrizaje de emergencia emocional
Esta entrega llega apenas dos días después del trágico accidente de un Boeing 787-8 Dreamliner en el oeste de India, que transportaba a 242 personas. La catástrofe vuelve a poner en el centro de atención a Boeing, aunque su relación con la aviación china parece estar viendo días más despejados tras la tormenta arancelaria que la detuvo en seco desde abril.
Diálogo sobre ruedas y cielos
El avance en las entregas coincide con el esfuerzo diplomático, pues China y Estados Unidos concluyeron recientemente dos días de negociaciones en Londres. El acuerdo en el marco de las tasas arancelarias es una señal clara de que los vientos están cambiando. Boeing anunció que estas entregas se retomarían tras una reducción temporal de los aranceles por un período de 90 días.
Recuperando el vuelo
Antes de esta entrega, las políticas de aranceles impulsadas por la administración de Donald Trump habían detenido el flujo de nuevas aeronaves hacia China. Sin embargo, ya se ha visto el aterrizaje en China de un Boeing 737 MAX con los colores de Xiamen Airlines, lo que indica que el camino se está despejando para nuevos envíos.
Un mercado estratégico
China constituye aproximadamente el 10% de la cartera comercial de Boeing, destacando su importancia en el ámbito global. Pese a las tensiones previas, este mercado sigue siendo crucial para el crecimiento y sostenibilidad de la industria aeronáutica estadounidense. Mientras Boeing buscaba alternativas para sus aviones no entregados, el nuevo panorama comercial ofrece un respiro y oportunidades para futuras colaboraciones.