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Santuario, el nuevo enemigo

El presidente pidió a ICE pausar redadas en sectores clave como agricultura y hotelería.

Foto: X/ICE in Spanish

Nuevo episodio, misma trama y misma víctima. El presidente Trump encontró un nuevo escenario para su arremetida migratoria: las grandes ciudades demócratas. Su guion es familiar: redadas masivas, discursos que dividen y promesas imposibles. Esta vez, la trama es una megaoperación de deportaciones, justo donde la economía depende de mano de obra inmigrante y las urnas suelen inclinarse en su contra. Pidió a ICE aumentar sus operativos en jurisdicciones santuario que, según dice, mantienen a millones de indocumentados y no lo dejan cumplir su gran promesa de campaña. 

Nadie se mueve. Hace unos días, alcaldes demócratas fueron interrogados en la Cámara de Representantes por sus políticas santuario. Pero, de nada sirvió, los líderes locales mantienen su postura. 

El alcalde de Chicago Brandon Johnson, por ejemplo, dijo que la medida de la administración  de "ampliar las deportaciones para alcanzar cuotas arbitrarias es inadmisible". La ciudad  "seguirá cumpliendo la ordenanza de Ciudad Acogedora y la Ley de Confianza de Illinois, que garantiza que las fuerzas del orden locales no sean utilizadas como agentes federales de inmigración".

  • Deportar en masa, pero no en todos lados. El presidente reafirmó su intención de acelerar las deportaciones, centrando sus esfuerzos en ciudades con jurisdicción santuario como Nueva York, Chicago y Los Ángeles.
  • “Quiero que ICE se enfoque en las ciudades, porque ahí es donde realmente están lo que llamamos ‘ciudades santuario’”, declaró. Añadió que esas ciudades son “el núcleo del poder demócrata” y acusó a los demócratas de “usar la inmigración ilegal para influir en las elecciones”.
  • La mayor operación de deportaciones. En un extenso mensaje publicado en su red social favorita (Truth Social), el presidente pidió a ICE hacer “todo lo que esté en su poder” para llevar a cabo “el mayor programa de deportaciones masivas en la historia de Estados Unidos”. ¿La meta? Ampliar el alcance de ICE en las grandes ciudades.
  • “Debemos expandir los esfuerzos para detener y deportar a los extranjeros ilegales en las ciudades más grandes del país”. ¿El obstáculo? Los recursos, especialmente en aquellas ciudades con las políticas santuario, donde las autoridades locales no colaboran con las autoridades federales para las deportaciones. 

Excepción por conveniencia. Todo bien con las deportaciones pero… El presidente pidió a ICE pausar redadas en sectores clave como agricultura y hotelería, reconociendo que muchos trabajadores indocumentados llevan años sosteniendo estos sectores. Esta exclusión estratégica pone en duda la coherencia de su promesa de alcanzar 3.000 detenciones diarias.

  • Inmigración, economía y contradicción. Aunque Trump acusa a los inmigrantes indocumentados de “engordar el Estado de bienestar” o alterar elecciones, sectores como el agrícola, hotelero y de construcción dependen estructuralmente de ellos. Empresarios presionaron para frenar redadas que ya habían comenzado a vaciar plantillas enteras, y expertos advierten que sin mano de obra inmigrante, la economía, especialmente en estados republicanos, sufriría aún más.

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