En una movida que agarró a muchos por sorpresa, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, abandonó la reunión del Grupo de los Siete en Canadá antes de lo previsto. El motivo: abordar directamente el conflicto en desarrollo entre Israel e Irán. Según el informe original, Trump no está interesado en un simple cese al fuego, sino en acabar de manera definitiva con la disputa nuclear con Irán.
Las tensiones entre Israel e Irán han alcanzado nuevos niveles de hostilidad. Los enfrentamientos continúan por quinto día consecutivo, con Israel reportando una disminución en el lanzamiento de misiles iraníes, los cuales, hasta ahora, han marcado la pauta del conflicto. La ofensiva israelí parece estar dando frutos, al menos en términos de misiles interceptados y volúmenes de ataque reducidos, como indicó Nadav Shoshani, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Liderazgo estadounidense en juego
Trump ha asegurado que está dispuesto a enviar a un alto funcionario, como Steven Witkoff o el vicepresidente JD Vance, para negociar con Irán. Esta decisión aún está en el aire y dependerá de cómo evolucionen los eventos en los próximos días. Mientras tanto, en su característico uso de redes sociales, Trump dejó clara su postura: "IRÁN NO PUEDE TENER UN ARMA NUCLEAR". Esta declaración subraya la seriedad con la que está manejando la situación, enfatizando que una solución rápida y efectiva es crucial.
La marina estadounidense se está moviendo de manera anticipada hacia la región con el grupo de ataque del portaaviones USS Nimitz en camino. Este despliegue es el primer movimiento significativo de los activos militares estadounidenses desde que las hostilidades se intensificaron el pasado viernes, lo que indica la importancia que Estados Unidos le da a este conflicto.
Impacto regional y reacciones
El costo humano del conflicto es alarmante. Hasta ahora, más de 200 iraníes han fallecido por los ataques israelíes, contrastando con las 24 muertes registradas en Israel, donde también hay más de 600 heridos. La devastación se extiende al sector energético, con el cierre de la refinería Oil Refineries Ltd. de Israel, tras sufrir daños significativos y la pérdida de tres empleados.
En medio de este clima de creciente tensión, el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, ha prometido represalias proporcionales a los ataques israelíes, mientras que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha reafirmado su compromiso de eliminar las amenazas nucleares y de misiles balísticos provenientes de Irán. La situación sigue evolucionando rápidamente, y con la comunidad internacional observando de cerca, queda por ver si se logrará una solución pacífica o si la escalada continuará.