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La producción petrolera de EE.UU. supera los 418 Millones de barriles y mantiene a Trump optimista contra precios altos

Photo by Documerica / Unsplash

El presidente Trump tiene claro que no quiere que las hostilidades en el Medio Oriente disparen los precios del petróleo. A pesar de las tensiones, el mercado petrolero no ha tenido grandes sobresaltos. La resiliencia de estos mercados, sobre todo en EE.UU., se debe en parte a las mejoras en la producción impulsadas tanto por demócratas como republicanos.

En enero de 2009, la producción de petróleo crudo en EE.UU. apenas superaba los 159 millones de barriles, pero para marzo de 2025, esta cifra se elevó a más de 418 millones de barriles. Un crecimiento consecuencia del auge de la fracturación hidráulica que tuvo un impulso notable desde la década de 2000. Este incremento permitió que, hoy en día, EE.UU. sea un exportador neto de petróleo, un dato clave para estabilizar nuestra economía frente a las volatilidades globales.

El diálogo petrolero con China

Según el informe original, gran parte del petróleo que transita por el Estrecho de Ormuz tiene como destino Asia, especialmente el petróleo iraní que sigue su curso hacia China. Trump comentó recientemente en redes sociales que China puede continuar comprando petróleo de Irán; sin embargo, también expresó el deseo de que adquieran más de EE.UU. Este intercambio subraya la influencia global del mercado petrolero.

Además, este cambio en la dinámica energética de EE.UU. se ha visto nutrido por un apoyo bipartidista a lo largo de las administraciones, permitiendo que tanto Trump como Biden expandan la producción estadounidense. Bajo el mandato de Biden, la producción alcanzó nuevas alturas, y las concesiones para perforaciones en sus años iniciales superaron incluso las del periodo de Trump.

Retos y precauciones en el sector petrolero

Aunque hay ganancias, también hay reservaciones sobre cómo se mueve la producción. El presidente de American Action Forum, Douglas Holtz-Eakin, señala que la revolución del fracking ha hecho que EE.UU. se vuelva menos sensible a las fluctuaciones del precio global del petróleo. Sin embargo, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, advierte que la capacidad de resistir estos choques podría estar en duda debido a la cautela creciente de las compañías petroleras frente al exceso de capacidad.

Trump sigue presionando para mantener los precios bajos y ha instado recientemente al Departamento de Energía a aumentar la producción con un enérgico “DRILL, BABY, DRILL!!!”. La pelea por el equilibrio económico y geopolítico continúa, mientras se mantiene enfocada la atención en las estrategias que definirán el panorama energético de los próximos años.