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Permisos parentales en el DMV muestran avances, pero persisten desigualdades

El permiso parental avanza en DC con beneficios sólidos que cubren hasta el 90% de ingresos, pero en Maryland y Virginia, la falta de acceso pleno y los retrasos legislativos mantienen a muchos trabajadores en desventaja.

Foto: William Fortunato/Pexels.

En el área de DC, Maryland y Virginia, el permiso parental ha ganado terreno gracias a políticas estatales, luchas por la equidad y la necesidad de conciliar trabajo y familia. Sin embargo, muchos padres no utilizan estos beneficios, a pesar de los avances en su accesibilidad y diseño.

La situación en el DMV

Actualmente, DC es la única jurisdicción en la región que ofrece permiso familiar pagado. Desde 2020, los trabajadores de DC tienen derecho a 12 semanas de permiso para cuidar de un hijo recién llegado, atender problemas de salud propios o de un familiar, y también 2 semanas para cuidados prenatales.

Maryland aprobó su ley de permiso pagado en 2022. Axios informó que la implementación empezará en julio 2026, otorgando 12 semanas similares a las de DC, pero con un retraso significativo que mantiene a muchos trabajadores sin acceso. En Virginia, ningún permiso está garantizado. Aunque hubo intentos legislativos para establecer un modelo que cubriera hasta ocho semanas al 80% de los salarios, el gobernador lo vetó.

¿Qué detiene a los padres?

Aunque el permiso parental tiene claras ventajas, los hombres lo utilizan menos. En DC, apenas el 35% de los permisos en el último año completo disponible fueron solicitados por padres. Por el contrario, en Colorado, donde los programas recientes ofrecen mayores incentivos salariales, los hombres representan ya el 50% de los usuarios.

Y es que el uso de este beneficio no es automático. Un estudio reseñado por Fast Company señaló que en 2022, solo el 40% de los padres elegibles usaron el permiso parental, incluso cuando el valor de estos permisos oscilaba entre $6,000 y $10,000 por persona. ¿La razón? El 60% desconocía su derecho a utilizarlo, mientras otros temían perder estabilidad laboral o no podían permitirse trabajar con ingresos reducidos.

Los prejuicios culturales también limitan su adopción. Algunas encuestas revelaron que muchos hombres sienten que su papel debe mantenerse principalmente en el ámbito laboral, especialmente si sus parejas ya están en casa cuidando al bebé. 

Barreras en Maryland y Virginia

Las diferencias entre estos estados crean un panorama desigual. Mientras los trabajadores de DC cuentan con un programa sólido que reemplaza hasta el 90% de los ingresos, muchos en Maryland y Virginia dependen únicamente de políticas internas de sus empleadores, a menudo insuficientes o inexistentes.

En Maryland, donde se espera que el programa entre en vigor en 2026, los trabajadores aún dependen de beneficios proporcionados por sus empleadores o pólizas de seguro. Estas opciones pueden ser insuficientes o inaccesibles. Por su parte, en Virginia, falta de legislación estatal deja la opción en manos de aseguradoras privadas o políticas internas de empresas, lo que crea desigualdad.

Cómo los programas de calidad marcan la diferencia

Los programas mejor diseñados no solo promueven más equidad, sino que también reportan beneficios claros. Investigaciones demuestran que los permisos parentales disminuyen la mortalidad infantil, mejoran la recuperación de las madres y refuerzan los lazos entre padres e hijos.

El reemplazo salarial progresivo, como el que ya opera en estados como DC y Washington, resulta clave para impulsar el uso entre hombres. Según New America, estos esquemas otorgan el 90% de los sueldos a trabajadores de ingresos bajos, permitiendo que más familias aprovechen el beneficio sin preocupaciones económicas inmediatas. 

¿Qué hace falta para cerrar la brecha?

Aunque DC lleva la batuta en la región, queda mucho por hacer para garantizar que más padres, especialmente hombres, den el paso de utilizar este derecho. Mejorar la difusión sobre la existencia de los permisos pagados y simplificar los procesos administrativos podrían marcar la diferencia. Además, combatir las expectativas culturales que impiden que los hombres participen más activamente en el cuidado infantil debe ser parte de cualquier estrategia a futuro.

En Maryland y Virginia, los avances en el desarrollo e implementación de políticas serían un gran avance hacia una región más equitativa. Con programas bien diseñados y mayor conciencia social, el permiso parental puede transformar vidas y fortalecer a las familias.