Hoy, 25 de junio de 2025, el mercado del petróleo se encuentra en un estado de calma controlada. Según el informe original, los futuros del petróleo experimentaron un repunte del 2% el miércoles, manteniéndose cerca de los niveles previos al 13 de junio, fecha de inicio del conflicto entre Israel e Irán.
El cese al fuego, mediado por Estados Unidos y anunciado por Trump, ha traído un respiro tras la tensión en el Medio Oriente. Durante la sesión del miércoles, el precio del West Texas Intermediate se elevó a más de $65 por barril, mientras que el Brent crude alcanzó más de $67 por barril. La falta de impacto en las infraestructuras energéticas de la región es uno de los factores detrás de esta estabilización.
Análisis de expertos del sector energético
Tamar Essner, principal de Vectis Energy Partners, considera que el cese al fuego representa "un claro, señal bajista para el mercado". A pesar de que esta tregua podría ser temporal, se percibe que Estados Unidos, Irán e Israel están interesados en desescalar las tensiones para atender sus situaciones internas. Sin embargo, Wall Street había pintado un panorama mucho más sombrío, donde los precios del petróleo podrían haberse disparado hasta los $130 si Irán hubiera cerrado el Estrecho de Ormuz.
Producción y exportaciones de petróleo
Pese a las especulaciones iniciales de una notable reducción en las exportaciones de petróleo por parte de Irán, Dennis Kissler de KOK Financial señala que eso no ha ocurrido. Además, los incrementos en la producción previa de OPEP+ han contribuido a una percepción de exceso de oferta en el mercado. Esto ha afectado el comportamiento de los precios, con el West Texas Intermediate cayendo un 7% y el Brent un 9% en lo que va del año.
Un futuro incierto pero moderado
La continuidad de estas condiciones dependerá en gran medida de las acciones de las partes implicadas en este conflicto reciente. Por ahora, la situación parece inclinarse hacia una estabilidad controlada que evita sobresaltos bruscos en el suministro energético mundial, aunque siempre permanece latente la posibilidad de cambios drásticos si las tensiones geopolíticas se reavivan.
Es crucial seguir de cerca la evolución en estas dinámicas y las posibles reacciones del mercado global del petróleo, considerando tanto las decisiones de OPEP+ como las políticas internas de los países involucrados. La conclusión clara es que el escenario actual, aunque estable por el momento, sigue amenazado por numerosos factores externos que podrían ser disruptivos.