En el panorama energético del Reino Unido, la colaboración entre Shell y Equinor ha dado lugar a una nueva estrella en ascenso: Adura. Según el informe original, esta empresa conjunta promete redefinir la producción de petróleo y gas en el Mar del Norte. ¿Su carta de presentación? Ser la mayor productora en esta región del Reino Unido.
Las expectativas de producción
Adura, oficialmente constituida en diciembre, tiene metas ambiciosas. Actualmente produciendo alrededor de 140,000 barriles de petróleo equivalente por día, la intención es que esta cifra supere los 200,000 en los próximos cinco años. Este aumento no solo eleva el perfil de la empresa, sino que también posiciona a Adura como un jugador clave en la industria energética británica.
Beneficios fiscales y flujo de caja
La combinación de fuerzas entre Equinor y Shell ofrece ventajas estratégicas significativas. Por un lado, Equinor aporta importantes ahorros fiscales a la ecuación. Por otro, la vasta producción de petróleo y gas de Shell garantiza un flujo de caja esperanzador. Juntas, redirigen sus esfuerzos hacia el desarrollo de nuevos campos, destacando el proyecto petrolero Rosebank.
Controversias y colaboraciones
Rosebank, aunque prometedor, no ha estado exento de controversias. Los activistas climáticos en Gran Bretaña han señalado este proyecto como un punto de conflicto. Sin embargo, con la equidad bien repartida —un 50% para cada empresa— Adura avanza con confianza hacia su lanzamiento oficial, previsto para finales de este año, sujeto a la aprobación regulatoria pertinente.
El nombre y su significado
El bautizo de Adura refleja su esencia y ambiciones. Con un nombre que combina Aberdeen, núcleo de la industria petrolera británica, y la palabra durabilidad, Shell y Equinor subrayan su compromiso con la resiliencia y la sostenibilidad a largo plazo. Así, Adura no solo busca destacarse en producción, sino también como un ejemplo de asociación estratégica en el sector energético.
