Paola Velez no solo lleva el dulce en las manos, sino la pasión por su herencia latina en el corazón. Desde sus raíces en el Bronx y el campo dominicano hasta su puesto como chef pastelera ejecutiva en Washington, DC, marca el camino con una mezcla única de tradición, técnica y un deseo incansable de inspirar.
“Cada postre cuenta una historia”
Paola, hija de padres dominicanos y crianza entre el Bronx y el campo de República Dominicana, descubrió su amor por la repostería en la secundaria. Aunque no creció horneando, encontró en la cocina un espacio para explorar recuerdos y resurgir sabores. Apenas a los 21 años, Jacques Torres reconoció su talento y la promovió a sous chef pastelera. Para ella, ese fue el impulso que necesitaba para desafiar las barreras y seguir creciendo.
“Dejo que las personas prueben primero, y luego les explico por qué creé el plato. Y me dicen: ‘¡Lo siento!’”, recordó en entrevista con Greatjonesgood.
Esa conexión emocional con sus creaciones es esencial para ella, llevando la repostería más allá de lo visual.
De la herencia a la innovación
Con cada receta, Paola celebra su identidad latina. Utiliza ingredientes como plátano y especias cálidas para transformar clásicos estadounidenses. Sus famosos plantain sticky buns fusionan las típicas sticky buns de Filadelfia con el calor y dulzura caribeños. “Ahora puedo contar historias y usar los sabores de mi crianza, mezclándolos con la cocina americana”, explicó en Greatjonesgood. Esta propuesta le valió reconocimientos como Esquire Pastry Chef of the Year y Food & Wine Best New Chef.
En su cocina, no hay lugar para lo accidental. Desde el maracuyá en una galleta con chispas de chocolate hasta la mezcla de especias caribeñas, cada plato lleva una intención clara y un respeto profundo por su herencia. Paola ha logrado crear un espacio donde los comensales pueden redescubrir lo familiar en algo nuevo.
Cambiando el mundo con Bakers Against Racism
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En 2020, tras el asesinato de George Floyd, Paola Velez cofundó Bakers Against Racism como una respuesta urgente y emotiva ante la injusticia. Lo que empezó como un modesto plan para unir a 80 panaderos rápidamente se transformó en un movimiento global que movilizó a miles. Desde sus propias cocinas, personas de todo el mundo hornearon para recaudar fondos y apoyar organizaciones comprometidas con la justicia social. Paola, quien ya había recaudado $1,000 para la organización Ayuda con su pop-up Doña Doña DC, sintió que debía hacer más.
“Todos solo queríamos hacer algo para ayudar, y se ha convertido en lo que es hoy”, contó emocionada a Greatjonesgood.
Bakers Against Racism no solo reunió dinero; unió corazones. En medio de la incertidumbre de una pandemia, la iniciativa se convirtió en un acto de resistencia colectiva y un refugio para quienes buscaban marcar la diferencia desde sus hogares. Cada pastel, cada dona, cada horno encendido reflejaba una poderosa combinación de creatividad y activismo, demostrando que incluso los gestos más simples pueden tener un impacto profundo en el mundo y en las comunidades que tanto necesitan esperanza.
Raíces que inspiran y sanan
Cada postre que Paola crea lleva un pedazo de ella, el poder de los sabores que incorpora no radica solo en su creatividad, sino en cómo conecta con las raíces de quienes prueban sus platos. Recuerda un mensaje de alguien que probó su babka con dulce de leche y sintió como si su abuela la hubiera hecho.
“La República Dominicana me ayudó a detenerme lo suficiente como para ver a las personas y asegurarme de que fueran tan valiosas como un postre emplatado”, comentó a WBUR.
Para Paola, la cocina no es solo profesión, sino un homenaje a su comunidad y una herramienta para que futuras generaciones vean lo lejos que pueden llegar. “Antes no había chefs pasteleros que se parecieran a mí”, dijo con orgullo.
Un legado para compartir
Con su libro Bodega Bakes, Paola abre las puertas de su cocina a todos. Inspirándose en los sabores de su infancia, desde mofongo hasta matzo ball soup, busca acercar la repostería a cualquier nivel de habilidad. Además, como Diplomática Culinaria de Estados Unidos, lleva estas historias a nuevas audiencias. Entre sus platos más recientes para Nordstrom destacan pastelitos de sofrito y nectarinas asadas, y sus galardonados plantain sticky buns.
Paola Velez no solo cocina; transforma. Cada postre cuenta una historia, rescata un recuerdo y celebra una identidad. Es una prueba viva de cómo una cocina no solo puede alimentar el cuerpo, sino nutrir el alma, rescatando recuerdos y construyendo comunidades. Su camino, marcado por el orgullo y la pasión, inspira a generaciones de chefs y demuestra que la repostería también es un acto de resistencia y amor.