Si pensabas que los aranceles de Trump iban a desatar una ola de inflación descontrolada, te tenemos noticias. Aunque la administración anunció una serie de aranceles a principios de este año, la realidad es que el índice de precios de gastos de consumo personal solo subió un 2.3% en mayo, un poco por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal. Por su parte, el Índice de Precios al Consumidor aumentó a una tasa anual del 2.4%, un incremento más moderado de lo que muchos economistas anticipaban.
Estrategias empresariales para mitigar impactos
Según el informe original, las empresas han estado utilizando estrategias creativas para compensar los impactos iniciales de los aranceles. Muchos optaron por realizar pedidos anticipados de inventario o absorbieron parte de los costos para proteger a los consumidores de incrementos inmediatos. Usuarios como Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon, destacan cómo estos movimientos han ayudado a amortiguar el golpe inicial.
La expectativa de inflación futura
A pesar de estas medidas temporales, los aranceles congelados por 90 días expirarán el 9 de julio, lo que podría cambiar el panorama. Gennadiy Goldberg de TD Securities alerta que podríamos ver un aumento de precios en la segunda mitad del año a medida que los aranceles incrementen los costos de importación. La situación actual no garantiza que estemos fuera de peligro, y según Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, los aranceles aún podrían desencadenar una inflación más alta.
Almacenamiento y costos arancelarios efectivos
Algunas empresas están aprovechando los almacenes bajo fianza o zonas de comercio exterior para evitar pagos inmediatos de aranceles. Estas tácticas les permiten retrasar la transferencia de esos costos a los consumidores. Además, a pesar de los aranceles altos anunciados por Trump, las tarifas reales recaudadas hasta ahora han sido más bajas, con una tasa efectiva del 10% frente al promedio oficial del 15%.
Incógnitas futuras y políticas inciertas
Finalmente, la política comercial de EE.UU. sigue siendo incierta. Un reciente acuerdo marco entre Estados Unidos y China aporta algo de claridad, pero como comenta Charley Ballard, profesor emérito de economía en la Universidad Estatal de Michigan, la situación sigue siendo muy volátil. Empresas y consumidores deben estar preparados para ajustes futuros.