El pasado viernes, la bolsa de valores de EE. UU. estuvo en el centro de atención cuando tanto el S&P 500 como el Nasdaq Composite alcanzaron niveles históricos. Según el informe original, la euforia por la inteligencia artificial y la posibilidad de políticas monetarias más flexibles fueron los catalizadores que impulsaron este notable repunte en las acciones estadounidenses.
El índice S&P 500 cerró con un aumento del 0.5%, ubicándose en 6,174.08 puntos y superando así su máximo anterior de 6,147.43 registrado el 19 de febrero. Por otro lado, el Nasdaq Composite subió un 0.56% para llegar a 20,281.02 puntos, dejando atrás su récord anterior de 20,204.58 alcanzado el 16 de diciembre.
Confianza inversora revitalizada
Un factor importante detrás de este optimismo renovado fue el pronóstico alentador de Micron, que reavivó la confianza de los inversores en el sector de la inteligencia artificial. Además, Nvidia se acercó a una capitalización de mercado histórica de $4 billones y recuperó su lugar como la empresa más valiosa del mundo. Estos movimientos han sido esenciales para el impulso continuo en el mercado de valores.
Impacto internacional y respuesta de la Reserva Federal
La política también tuvo su cuota de influencia en estos desarrollos. Un alto el fuego mediado por Estados Unidos puso fin a una volátil batalla aérea de 12 días entre Israel e Irán, lo que había causado un aumento en los precios del crudo. Además, comentarios moderados por parte de los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal han ayudado a mejorar el sentimiento del mercado, aportando una dosis de calma en medio de la volatilidad.
Evolución durante el año
El S&P 500 y el Nasdaq han mostrado resiliencia y crecimiento en lo que va del año, con un aumento del 5% cada uno. Este rendimiento ha sido impulsado en gran medida por las acciones de empresas de megacapitalización como Microsoft, Nvidia, Meta Platforms y Amazon. En contraste, el índice Dow ha incrementado alrededor del 2.8% y todavía se encuentra un 3% por debajo de su máximo histórico. Estos indicadores reflejan un ambiente bursátil que, a pesar de las turbulencias, sigue buscando terreno positivo.