¿Te imaginas convertirte en ciudadano estadounidense después de años de papeleo, entrevistas y juramentos, y que años después te digan “gracias por participar, pero ya no eres bienvenido”? Bueno, eso podría pasarte.
El Departamento de Justicia acaba de anunciar que va a priorizar casos para revocar la ciudadanía a ciertos ciudadanos naturalizados. Sí, leíste bien: quitarte la ciudadanía después de que ya la obtuviste legalmente.
Y no estamos hablando de casos rarísimos. Con un memo interno del 11 de junio, el DOJ dejó claro que va a darle más poder y discreción a fiscales en todo el país para iniciar procesos de denaturalización.
El mensaje: si obtuviste tu ciudadanía mintiendo o si cometiste ciertos delitos —y no naciste en EE. UU.—, podrían venir por ti.
¿Qué está pasando?
La nueva política, impulsada desde la administración Trump pone la denaturalización como una de las cinco prioridades principales del Departamento de Justicia.
Según el memo firmado por el fiscal adjunto Brett A. Shumate, los abogados del DOJ deben “perseguir al máximo las acciones de denaturalización permitidas por la ley”.
Aunque esto suena como una medida extrema y poco común, no es nada nuevo. De hecho, tiene un historial bastante polémico.
Durante la era McCarthy en los años 40 y 50, el gobierno usaba la denaturalización como una forma de eliminar “enemigos políticos” o personas con ideologías “sospechosas”. Décadas después, se redujo drásticamente… hasta que resurgió tímidamente con Obama, y con más fuerza durante el primer mandato de Trump.
¿A quién afecta?
La política apunta a ciudadanos naturalizados —personas que nacieron fuera de EEUU pero que lograron su ciudadanía por medios legales— que hayan cometido ciertos delitos o hayan mentido durante su proceso de naturalización.
Según datos de 2023, hay cerca de 25 millones de ciudadanos naturalizados en el país. En otras palabras: esto no es un nicho. Es mucha gente.
Uno de los primeros casos de esta nueva etapa es el de Elliott Duke, una persona no binaria, veterana militar nacida en Reino Unido. Duke fue condenade por distribuir material de abuso sexual infantil, delito que —según admitieron— comenzó incluso antes de hacerse ciudadano. En junio, un juez revocó su ciudadanía. Ahora, Duke está en prisión y es oficialmente apátrida: sin nacionalidad estadounidense ni británica.
¿Y por qué esto preocupa? Aquí es donde la cosa se pone más densa. La mayoría de estos casos se están procesando como litigios civiles, no criminales. ¿La diferencia? En un caso civil:
- No tienes derecho a un abogado de oficio.
- El gobierno necesita menos pruebas para ganar el caso.
- El proceso es más rápido y más fácil para revocarte la ciudadanía.
La profesora de derecho Cassandra Robertson lo resume así. “Esto infringe el debido proceso garantizado por la 14ª Enmienda”. En resumen, te pueden quitar la ciudadanía sin darte las mismas protecciones legales que tendrías en un caso criminal. Y eso es un problema muy serio.
Además, expertos alertan sobre el efecto dominó. ¿Qué pasa con los hijos de alguien que pierde su ciudadanía? Muchos niños obtienen su ciudadanía automáticamente cuando sus padres se naturalizan. Si revocan la ciudadanía del padre o la madre, ¿qué pasa con esos niños? El DOJ no ha dado respuestas claras.
¿Y qué dicen los defensores de esta política?
Desde la Heritage Foundation, Hans von Spakovsky defiende la medida: “No entiendo cómo alguien puede oponerse a que el gobierno proteja al país de delincuentes y terroristas”. También argumenta que nadie tiene derecho a un abogado pagado por el estado en estos casos civiles.
Pero muchos expertos legales ven esto como un camino peligroso. Steve Lubet, profesor emérito de derecho, dice que las nuevas reglas le dan al gobierno un poder discrecional enorme para decidir a quién quitarle la ciudadanía, y que muchas de las categorías de delitos son tan vagas que podrían usarse arbitrariamente.
Y aquí viene la gran pregunta: ¿Estamos creando una ciudadanía de primera y otra de segunda? Para Sameera Hafiz, del Immigrant Legal Resource Center, la respuesta es sí: “Esto básicamente dice que si no naciste aquí, tu ciudadanía no es completamente segura”.
¿Esto puede pasarme?
Si eres ciudadano naturalizado, el escenario más preocupante es haber ocultado información clave durante tu proceso (como antecedentes penales) o cometer ciertos delitos luego. El memo también incluye fraude gubernamental, violaciones de seguridad nacional, e incluso delitos relacionados con programas como Medicare.
Aún no está claro cuántos casos se abrirán, pero la maquinaria legal ya está en marcha. Y lo que antes era una medida rara, ahora está en el centro de la política migratoria de Trump.