Trump anunció un acuerdo con Vietnam que reduce los aranceles planeados del 46% al 20% para muchas exportaciones vietnamitas y los fija en 0% para productos estadounidenses. Aunque el gesto baja el tono de la confrontación, no elimina la amenaza: el nuevo marco incluye un arancel del 40% para productos que pasen por Vietnam desde terceros países, en especial China. Es un mensaje claro contra el “re-etiquetado” de bienes chinos.
Vietnam, ¿amigo o amortiguador? Este pacto refuerza el papel clave de Vietnam como amortiguador en la guerra comercial con China. Desde 2018, muchas empresas han desviado su producción a Vietnam para evitar los aranceles estadounidenses a productos chinos. Al firmar este acuerdo, Washington reconoce la importancia de Vietnam como socio estratégico, pero también deja claro que no tolerará que funcione como simple puente para eludir sanciones a Pekín.
Las acciones subieron tras el anuncio, pero el mercado sigue desconfiando. Sin detalles claros y con dudas sobre si esto fue un acuerdo real o solo un marco en proceso, la noticia parece más una jugada política de última hora que un cambio estructural: Trump lo anuncia una semana antes del deadline para subir aranceles a más importaciones. Es una señal para otros países: negociar antes de esa fecha o enfrentar costos más altos. Además, es una jugada para reforzar su imagen de negociador justo antes de entrar en una fase clave de campaña.