La tienda de muebles Ikea ha decidido darle un gustito al bolsillo de sus clientes al anunciar una reducción del 50% en el precio de sus menús en las tiendas de EE. UU. durante los días de semana. A partir de agosto, visitar Ikea será aún más atractivo, especialmente para aquellos que no solo buscan una estantería nueva, sino también disfrutar de un plato de albóndigas suecas sin romper el banco. Este cambio afecta a más de 50 tiendas a lo largo y ancho del país, según el informe original.
Los niños no pagan
Una de las movidas más llamativas de esta estrategia es que los niños podrán disfrutar de las comidas sin costo adicional durante la semana. Sí, has leído bien. Para aquellos padres que siempre buscan dónde llevar a sus peques sin gastar una fortuna, Ikea les da una opción más que bienvenida. Lisa Ford, gerente comercial de alimentos de Ikea en EE. UU., destaca la importancia de brindar acceso a comidas nutritivas sin presionar demasiado el presupuesto familiar.
Estrategia de tráfico en tiendas
Según expertos del sector, como R.J. Hottovy de Placer.ai, esta jugada busca atraer más compradores a las tiendas físicas de Ikea. Con más gente entrando por la comida, el potencial de que terminen llevándose más muebles o decoraciones a casa incrementa. Este tipo de tácticas no son nuevas en el comercio; Costco, por ejemplo, ha mantenido su combo de hot dog y refresco a $1.50 desde los años 80.
Cultura gastronómica en retail
La incursión de Ikea en el mundo de la gastronomía no es única. Otros gigantes del retail han incorporado opciones culinarias en sus espacios para mejorar la experiencia del comprador, como Tiffany’s en Nueva York o el histórico Walnut Room en Chicago. Estos ejemplos muestran cómo el sector minorista busca ser un destino completo para los consumidores.
Albóndigas: un clásico de Ikea
Los números hablan por sí solos cuando se trata del éxito de las albóndigas de Ikea. Con más de mil millones vendidas al año en todo el mundo, son sin duda un imán para los fanáticos de la marca. Considerando que una quinta parte de quienes van a Ikea lo hacen para comer, la decisión de bajar los precios podría reforzar cada vez más esta tendencia. Con un menú que ronda los $11 antes de los nuevos descuentos, parece que Ikea seguirá siendo un destino favorito para comer bien y barato.