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Menos cobertura, más burocracia: cómo el Big, Beautiful Big golpea Medicaid y el acceso a la salud

El bill recorta los subsidios a muchos inmigrantes que están legalmente en Estados Unidos.

Photo by Hush Naidoo Jade Photography / Unsplash

Desde que el megaproyecto fiscal de Donald Trump salió a la luz, incluso antes de que ganara las elecciones, se sabía: la cobertura a la salud iba a ser la que sufriría mayor daño. Medicaid, siempre estuvo en el foco, especialmente por las divisiones entre aquellos republicanos que pedían más recortes al programa y aquellos que buscaban salvarlo. Al final, ganó el primero, pero perdieron millones de personas. 

El proyecto de ley (aprobado sin ni un solo voto demócrata) recorta el gasto federal en salud por un total de 1 billón de dólares en una década. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, esto dejará a casi 12 millones de personas sin seguro para 2034, revirtiendo años de avances obtenidos durante las administraciones de Obama y Biden, que habían logrado reducir el número de estadounidenses sin cobertura a niveles récord.

En resumen: menos dinero del gobierno = menos salud para millones.

Trabajar para seguir con Medicaid

El primer gran impacto es con Medicaid, el seguro de salud pública para personas con bajos recursos. El bill introduce un requisito tipo “licencia pro trabajo”: obliga a demostrar, cada mes, que trabajas, estudias, haces voluntariado o cuidas de alguien al menos 80 horas. Si no tienes ese comprobante, bye bye Medicaid.

👉 Un golpe duro. Esta norma aplicará en los 40 estados que ampliaron Medicaid, a partir de enero de 2027, aunque no tocará a los 10 estados que no lo habían hecho.

¿El argumento del GOP? Que ayudará al trabajo. Pero lo cierto es que la mayoría de beneficiarios ya trabajan, estudian o están incapacitados, según KFF Health News. Además, experiencias similares, como la de Georgia en 2023, mostraron un problema administrativo de miedo: la implementación costó más de 90 millones de dólares, y solo se destinaron 26 M a beneficios médicos (Georgia Budget & Policy Institute). 

Como dice la experta Chima Ndumele de Yale, “los costos ocultos son astronómicos”.

Menos cash = menos atención en lo rural

El segundo golpe viene por quitar los “provider taxes” —impuestos estatales que los estados utilizan para aumentar los pagos federales a hospitales y centros de salud. Al desaparecer, esos lugares, especialmente los rurales, perderán plata que necesitan para sobrevivir. Muchos se sostienen con márgenes de ganancia hiperajustados.

Estudios del Cecil G. Sheps Center advierten que más de 300 hospitales rurales (Kentucky, Louisiana, California, Oklahoma, etc.) podrían tener que reducir servicios o cerrar.

¿El “parche” republicano? Un fondo de 50.000 millones distribuido entre 2027 y 2032, pero eso es dentro de un plan que ya está colapsado y que depende de futuras asignaciones presupuestarias llenas de incertidumbre.

Más difícil inscribirse y mantenerse en Obamacare

Si tienes plan por la ACA (Obamacare), agárrate, porque vienen cambios que van a entorpecer todo el proceso. 

  • Se rompe la reinscripción automática: tendrás que actualizar cada año tus datos (ingreso, estado migratorio, etc.).
  • Se recorta el periodo de inscripción abierta por casi un mes.
  • Si necesitas cobertura por cambio de vida (nacimiento, desempleo, matrimonio), tendrás que esperar a que procesen todo para empezar a recibir subsidios. Ahora mismo, ya hay una ayuda de 90 días durante el trámite, pero el bill la elimina.
  • Además, si el Congreso no actúa, se extinguen las mayores subvenciones creadas en pandemia, lo que provocaría un aumento de 75% en primas promedio el próximo año (según KFF).

Los republicanos hablan de prevenir fraudes, pero muchos opinan que esto es puro humo blanco para desmontar Obamacare.

Más co-pagos y costos en Medicaid

Sí, lo sé: si creías que Medicaid era gratis ya estás viendo que no.

El bill permite que estados con expansión cobren hasta $35 por visita o servicio a beneficiarios con ingresos entre el 100% y 138% del nivel de pobreza ($15.650 a $21.597). 

Las visitas a primaria, salud mental y adicciones quedan exentas, pero hay un problema: si no pagas por alguien que va al hospital por algo "no emergente", el hospital se tiene que meter la cuenta. Y ya sabemos que esos bancos no son muy amigos de regalar plata.

Según estudios, incluso pequeños copagos paralizan el acceso, porque la gente con bajos recursos lo piensa dos veces antes de buscar atención.

Inmigrantes legales pierden cobertura

Por si fuera poco, el bill también corta los subsidios a muchos inmigrantes que están legalmente en Estados Unidos: asilo, víctimas de trata, refugiados, todo ese grupo se queda fuera. Solo los residentes con green card están a salvo (al menos por ahora).

Eso dejaría en los mercados de la ACA a un grupo de personas más viejas y enfermas —más caras— lo que empujaría las primas al alza. Y como dijo John Slocum, de Refugee Council USA:

“Taking health care access away from immigrants living in the country legally will do irreparable harm… and impose unnecessary costs on local systems already under strain.”

¿Y ahora qué? ¿La salud para después? Eso parece.

  1. Se pierde 1 billón $ en gasto federal.
  2. 12 millones de personas se quedarían sin seguro para 2034.
  3. Los recortes llegan a Medicaid, hospitales rurales, ACA y migrantes.
  4. Más burocracia, más trámites, más co-pagos.
  5. Incremento en primas y menos calidad/servicios.

El impacto humano

Imagínate esto:

  • Mamás solteras que trabajan 90 horas al mes pero no completan los 80 requeridos, ¡se quedan fuera!
  • Hospitales rurales que tienen que cerrar unidades o despedir a enfermeras.
  • Familiares que postergan citas médicas por miedo al copago.
  • Jóvenes inmigrantes que pierden algo que parecía un derecho básico...

¿Hay esperanza o solución?

  • Grupos de defensa ya se están preparando para demandar o presionar.
  • Estados progresistas cambiarán sus normas o pondrán fondos estatales adicionales.
  • Pendientes con el Congreso: si los demócratas recuperan el control o hacen aliados, podría haber reversas o enmiendas, especialmente sobre ACA y subsidios.

El megabill de Trump es una patada directa a la estructura del sistema de salud pública en Estados Unidos. Recorta Medicaid, dificulta Obamacare, sube precios y pone en riesgo (mucho más) a grupos vulnerables. El efecto sería un retroceso de varios años de progreso, si no décadas.