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Trump influye en el futuro del estadio RFK y presiona al Consejo de DC

Trump presiona al Consejo de DC para acelerar el proyecto del estadio RFK, clave para la ciudad.

Foto: EFE/EPA/SAMUEL CORUM / POOL.

El proyecto del estadio RFK, que busca devolver a los Washington Commanders a su antiguo hogar en DC, enfrenta un panorama complicado. La intervención del presidente Donald Trump y la presión sobre el Consejo de DC han puesto el tema en el centro del debate político.

Trump mueve las piezas en el proyecto

Donald Trump dejó claro que el gobierno federal, propietario de los 190 acres del sitio RFK, tiene la última palabra. “El gobierno federal controla el terreno. Vi los planes y sería un gran lugar para la NFL”, afirmó el presidente, dejando abierta la posibilidad de usar su influencia para destrabar el proyecto.

Además, Trump podría intervenir en el diseño del estadio a través de organismos como la Comisión de Bellas Artes y la Comisión Nacional de Planificación de la Capital, según Axios. Estas entidades tienen la capacidad de imponer cambios que podrían retrasar aún más el desarrollo.

La presión sobre el Consejo de DC

El equipo de los Commanders intensificó su cabildeo al reunirse con miembros del Consejo en un exclusivo restaurante de Georgetown. Su objetivo: lograr la aprobación del paquete de $1,100 millones financiado con impuestos, propuesto por la alcaldesa Muriel Bowser. Sin embargo, varios miembros del Consejo, incluido su presidente Phil Mendelson, expresaron dudas sobre las proyecciones financieras y el cronograma del proyecto, según WUSA9.

Trump no está solo en esta estrategia. El congresista James Comer, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara, también presionó al Consejo para que apruebe el acuerdo antes del receso de agosto. Comer, quien lideró la transferencia de la jurisdicción del sitio RFK al Distrito de Columbia, dejó claro que no quiere ver el proyecto fracasar.

¿Qué está en juego?

El sitio RFK, que albergó al equipo hasta 1996, ha permanecido sin desarrollo significativo durante décadas. Los Commanders, que actualmente juegan en Maryland, buscan regresar a DC para reconectar con su base de fanáticos. Sin embargo, el proyecto enfrenta críticas por el uso de fondos públicos y la falta de análisis económicos independientes.

La alcaldesa Bowser defendió la iniciativa al advertir que los retrasos solo aumentan los riesgos políticos y económicos. Mientras tanto, Trump reiteró su disposición a intervenir si el Consejo no actúa con rapidez.

El equipo también alertó que las demoras podrían poner en peligro la apertura del estadio para 2030 y su candidatura para albergar partidos de la Copa Mundial Femenina de la FIFA en 2031.

El Consejo de DC programó una audiencia pública sobre el futuro del sitio RFK para el 29 de julio. Más de 300 personas ya se registraron para dar su testimonio, reflejando el interés público en el proyecto. Sin embargo, la presión de Trump y los Commanders podría intensificarse si el Consejo no toma una decisión antes del receso de agosto.

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