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Mayonesa, ketchup y mostaza: Un “triángulo amoroso” que podrías evitar

Al dejar de depender de estas salsas para dar sabor a tus comidas, es probable que comiences a apreciar más los sabores naturales de los alimentos.

Photo by Erik Mclean / Unsplash

Eliminar de tu dieta diaria la mayonesa, ketchup y mostaza puede tener distintos efectos en tu organismo, especialmente si las consumes con frecuencia. Aunque estas salsas aportan sabor a los alimentos, también contienen ingredientes que, en exceso, pueden tener un impacto negativo en la salud.

Al prescindir de ellas, tu cuerpo puede experimentar ciertos beneficios, tanto a corto como a largo plazo.

Reducción de calorías vacías y grasas

La mayonesa es particularmente alta en grasas y calorías. Una sola cucharada puede aportar entre 90 y 100 calorías, la mayoría provenientes de grasas, muchas veces saturadas o incluso trans si es una versión industrial.

Al eliminarla, estarás reduciendo significativamente la ingesta de calorías vacías, lo que puede ayudar en la pérdida o control del peso corporal, especialmente si se sustituye por opciones más saludables como el yogur natural, hummus o aguacate.
Disminución de azúcares añadidos y sodio

El ketchup, por su parte, suele contener una alta cantidad de azúcares añadidos. Aunque no lo parezca, una cucharada de ketchup puede tener hasta 4 gramos de azúcar, algo que contribuye al aumento de la glucosa en sangre y a una sobrecarga del páncreas si se consume de forma regular.

Además, tanto el ketchup como la mostaza contienen cantidades considerables de sodio. Una ingesta excesiva de sodio está relacionada con hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares. Al eliminar estas salsas, también se reduce automáticamente el consumo de estos componentes, favoreciendo una mejor salud cardiovascular y un menor riesgo de diabetes tipo 2.

Menor exposición a aditivos y conservantes

Muchas salsas industriales incluyen aditivos como colorantes, saborizantes artificiales y conservantes para prolongar su vida útil. Estos compuestos no siempre son bien tolerados por el organismo, y aunque están aprobados para el consumo humano, hay estudios que sugieren que algunos pueden tener efectos negativos a largo plazo, como alterar la microbiota intestinal o favorecer reacciones alérgicas.

Al eliminar estas salsas, estás reduciendo la exposición a estos ingredientes artificiales, permitiendo que tu sistema digestivo funcione de forma más natural.

Mejora en los hábitos alimenticios

Al dejar de depender de estas salsas para dar sabor a tus comidas, es probable que comiences a apreciar más los sabores naturales de los alimentos. Esto puede llevarte a cocinar con más hierbas, especias, aceites saludables y otros ingredientes frescos que no solo mejoran el sabor, sino que también aportan beneficios nutricionales reales. A largo plazo, este cambio puede ayudarte a tener una relación más consciente y saludable con la comida.