En Estados Unidos, hay estados que decidieron que los billetes verdes ya no son tan confiables como antes. ¿La alternativa? Volver a los básicos, pero con tecnología: oro como moneda legal. Sí (y no es broma). Así que si tienes una herencia por ahí de tu abuelita en oro, puede que te sirva para pagar el supermercado.
Mientras el dólar pierde poder (está pasando por su peor racha en tres años cayendo casi un 10% frente a otras divisas clave) y la inflación sigue subiendo con nuestros bolsillos, lugares como Missouri y Texas están aprobando leyes para facilitar el uso del oro —y la plata— en transacciones del día a día. No, no es que vayas a pagar tu Uber con una pepita, pero la idea es que puedas usar tu inversión en metales como si fuera cash. Welcome to la nueva era del gold-powered swipe.
- Nuevas leyes estatales pro-oro. Varios estados como Missouri, Texas, Florida y Arkansas han aprobado leyes bipartidistas que permiten tratar al oro y la plata como moneda legal. Aunque no obligan a los comercios a aceptarlos, sí habilitan a los gobiernos a desarrollar plataformas digitales para hacer pagos con metales preciosos. Es un intento por facilitar que los ciudadanos usen sus reservas de oro sin tener que venderlas primero.
- Motivaciones detrás del movimiento. Estas leyes surgen como respuesta a una creciente desconfianza hacia el dólar y la política monetaria federal. En lo que va del año, el índice del dólar tuvo su peor primer semestre desde los años 70, mientras que el oro y el bitcoin alcanzaron máximos históricos. Para muchos, el oro representa una reserva de valor más estable frente a un sistema que parece menos predecible.
- Limitaciones a un modelo bien rebuscado. Aunque suena innovador, los expertos señalan que las transacciones con oro aún generan impuestos por ganancias de capital, lo que complica su uso como dinero real. Además, existen preocupaciones sobre la falta de regulación, protección al consumidor y el impacto en los ingresos estatales. La idea de usar oro en el supermercado sigue siendo más un concepto que una realidad tangible.
El oro siempre ha sido ese plan B silencioso que resurge cuando las cosas no van bien. Ahora, con estas leyes, algunos estados están diciendo en voz alta lo que muchos piensan en privado: no confían en que el sistema aguante tantos golpes, especialmente el dólar. Pero transformar el oro en método de pago cotidiano no es tan simple como sonar poético en un discurso legislativo. ¿Estamos viendo el nacimiento de una nueva forma de dinero o simplemente una señal de que la confianza en el sistema está oxidada?