Más de 95,000 residentes de Washington DC están en riesgo de perder su cobertura de salud a través de Medicaid en la próxima década debido a profundos recortes federales. Esta realidad genera retos enormes para las familias de bajos ingresos que dependen de este programa para acceder a servicios médicos esenciales.
¿Qué está pasando con Medicaid en D.C.?
Estos recortes provienen de la aprobación en 2025 del llamado "One Big Beautiful Bill" por la administración de Donald Trump, una ley que reducirá en más de $1 billón los fondos asignados a Medicaid, Obamacare y CHIP en los próximos años, de acuerdo con estimaciones del Departamento de Finanzas de Cuidado de Salud de DC y reportes de Axios. Los expertos calculan que alrededor del 32% de los beneficiarios de Medicaid en la capital podrían ver limitada o interrumpida su atención médica, lo cual amenaza con debilitar la infraestructura de hospitales y clínicas que dependen de estos recursos federales.
Algunos datos relevantes sobre la situación en DC:
- Alrededor de 274,000 residentes están inscritos actualmente en Medicaid.
- Se estima que 95,000 podrían perder su cobertura.
- El 87% de los beneficiarios locales reciben atención a través de planes de cuidado gestionado que operan empresas privadas, como AmeriHealth Caritas.
Nuevos requisitos: más trámites, menos cobertura
La nueva legislación exige que adultos entre 19 y 64 años acrediten cada seis meses que cumplen al menos 80 horas mensuales de trabajo, estudios o servicio comunitario, una medida que añade obstáculos administrativos y puede dejar fuera a miles que deben renovar o probar su elegibilidad frecuentemente. Según palabras de Pamela Herd, profesora de política social en la Universidad de Michigan citada por NBC News:
“Es como exigir que las personas presenten sus impuestos estatales dos veces al año; para muchos se convierte en una carga tan pesada que perderán la cobertura si ignoran las reglas o carecen de los documentos necesarios”.
Medicaid y la confusión de los nombres
Muchos beneficiarios desconocen que tienen Medicaid porque los estados usan nombres propios que suenan menos gubernamentales, como “HUSKY Health” en Connecticut o “BadgerCare Plus” en Wisconsin. Este intento de reducir el estigma resultó en desconocimiento: muchas personas no saben que sus planes dependen de fondos federales. En DC, la amplia mayoría de usuarios pertenece a planes gestionados por compañías privadas como AmeriHealth Caritas, subsidiaria de Independence Blue Cross, lo que dificulta reconocer el origen federal del beneficio.
- Más del 75% de los beneficiarios nacionales de Medicaid están en organizaciones de cuidado gestionado contratadas por el estado.
- La mitad de ellos dependen directamente de cinco gigantes empresariales del sector salud.
El investigador Colin Planalp resaltó que incluso mudarse de estado ajusta reglas y nombres, haciendo aún más difícil que la población identifique si está vinculada con Medicaid y debe cumplir requisitos adicionales.
El impacto financiero y social
Los recortes no solo afectan a los residentes que dependen de Medicaid, sino también a hospitales y clínicas cuya operación se financia, en gran parte, con estos recursos. El Departamento de Salud de Maryland estima que la reducción de fondos impactará la atención disponible y aumentará la presión sobre centros de salud gratuitos ya rebasados.
Además, la creación de un sistema de verificación de empleo en DC supondrá gastos administrativos considerables; el propio Consejo de la ciudad calcula que al menos 25,000 residentes perderán cobertura de forma directa para finales de 2026. Aunque algunos podrán cambiar a programas alternativos, la mayoría quedará sin seguro y dependerá de servicios de salud con recursos limitados.
El Dr. Benjamin Sommers, experto de la Harvard T.H. Chan School of Public Health, adviertió que la mayoría de quienes pierdan Medicaid probablemente quedará sin seguro. Por la misma naturaleza de bajos ingresos de la población afectada, pocos encontrarán alternativas viables en el corto plazo.
Los recortes a Medicaid suponen un reto inmediato para miles de familias de DC Además, la proliferación de nombres y la complejidad de los requisitos ponen en peligro la protección social y sobrecargan un sistema de salud ya frágil. Las cifras y opiniones de expertos confirman que la problemática es real y las soluciones, cada vez, más urgentes.