Las elecciones del próximo año son tan trascendentales como las presidenciales. Para Trump, el foco está en mantener el Congreso, pero no por minoría, sino por mayoría. El redibujo en el mapa electoral de Texas es una opción para aumentar los escaños. Pero, no perder los distritos clave es su principal objetivo. Para seguir haciendo cosas grandes (y evitar su propio impeachment), la Casa Blanca necesita aumentar el control legislativo. No es solo un juego de estrategia, es una operación millonaria con un nivel de microgestión muy alto y que ya comenzó.
Todo o nada. La Casa Blanca ya se montó en la campaña del próximo año con una operación política muy activa, con un fuerte énfasis en la financiación, reclutamiento de candidatos y maniobras estratégicas, buscando asegurar la mayoría republicana tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
Manos a la obra.
- Recaudación de fondos. Trump lidera una operación política con un enfoque fuerte en la recaudación de fondos para las elecciones intermedias. Continúa levantando grandes sumas para apoyar las campañas republicanas y planea encabezar eventos de recaudación en Washington este otoño. Su equipo está organizando vehículos específicos para canalizar dinero rápidamente a candidatos en carreras clave, lo que proporciona flexibilidad y capacidad de respuesta rápida ante cualquier cambio en el panorama electoral.
- Reclutamiento y apoyo directo a candidatos. El equipo de la Casa Blanca está activamente buscando candidatos para disputar varios puestos clave. Trump está listo para involucrarse directamente en apoyar candidatos que estén indecisos o necesiten un empujón adicional. Por ejemplo, están buscando un candidato fuerte para la vacante del Senado en New Hampshire, y también se realizan reuniones de reclutamiento organizadas por exasesores de Trump en otros estados para fortalecer la lista de aspirantes republicanos.
- Impulso a la redistritación anticipada. Trump está presionando para que Texas adelante la redistritación, un proceso que generalmente ocurre cada 10 años, para crear hasta cinco distritos más favorables a los republicanos. ¿Las consecuencias? La maniobra podría debilitar el poder de voto demócrata, pero también enfrenta riesgos legales y la preocupación de que algunos republicanos puedan quedar en distritos menos seguros. Además, se evalúa si otros estados podrían implementar medidas similares. Jé.
- Promoción de la ley insignia, el Big, Beautiful Bill. La Casa Blanca planea pasar el próximo año promocionando el megaproyecto fiscal, que incluye todo lo que el presidente siempre quiso: recortes de impuestos, fondos infinitos para resguardar la frontera y ajustes en programas sociales. Trump viajará a estados clave para resaltar las partes más aceptables políticamente y persuadir a los votantes en distritos competitivos.
- Intentos de evitar retiros de figuras clave. Trump usa su influencia para disuadir a republicanos en distritos competitivos de no postularse a la reelección. Ayudó a convencer a un representante de Iowa para que busque renovar su mandato y trabaja para que la senadora Joni Ernst continúe en su cargo. Mantener a estos legisladores es fundamental para conservar las mayorías en ambas cámaras.
La maquinaria electoral ya está en marcha, y no hay marcha atrás. No se trata solo de ganar elecciones, sino de mantener el control y el poder en Washington. Cada escaño cuenta, cada dólar tiene destino y cada aliado una tarea específica. Para 2026, perder el Congreso no es una opción.