En un movimiento esperado por algunos y polémico para otros, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, no se mordió la lengua al comenzar la semana con un llamado a reformas significativas en el marco regulatorio financiero del país. Durante su intervención en una conferencia regulatoria de la Reserva Federal, según el informe original, Bessent calificó de anticuadas las normativas actuales y apuntó a la necesidad de eliminar ciertas propuestas heredadas de la era de Joe Biden.
Entre las críticas expresadas, Bessent subrayó los problemas que considera fundamentales en el sistema actual: los requisitos excesivos de capitalización que, según él, imponen cargas innecesarias a las instituciones financieras y provocan distorsiones en el mercado. Añadió que estas regulaciones están desviando el crédito hacia sectores no bancarios, lo cual perjudica el crecimiento general. Para Bessent, es esencial que las reformas estén basadas en “un plan a largo plazo para la innovación, la estabilidad financiera y el crecimiento resiliente”.
La propuesta dual bajo fuego
Un punto focal del discurso de Bessent es la propuesta de requisitos de capital duales para los bancos, una idea nacida en julio de 2023 tras la sonada quiebra de Silicon Valley Bank y otras instituciones. Esta norma habría obligado a las entidades bancarias a adherirse al método más restrictivo de dos sistemas diferentes para medir sus requisitos de capital de riesgo, algo que la industria criticó fuertemente. Bessent afirmó que dicha estructura no deriva de una metodología con principios claros y en su opinión, resulta contraria a un proyecto de modernización del capital.
Además, Bessent hizo un llamado para un alivio regulatorio que no solo beneficie a los grandes bancos, sino también a las instituciones comunitarias más pequeñas. Propuso que cualquier banco no sujeto a requisitos de capital modernizados debería tener la opción de participar voluntariamente en estas reformas, lo cual implicaría una reducción significativa de capital para ellos.
El Departamento del Tesoro toma el volante
Bessent dejó claro que el Departamento del Tesoro no permanecerá en la sombra. Anunció que la institución jugará un papel más activo y visible en los esfuerzos de reforma, fomentando el consenso y rompiendo la inercia política que, según él, frena el progreso. Insistió en que es crucial que los reguladores cumplan con los mandatos legales de seguridad y estabilidad financiera, sin que esto implique un debilitamiento del marco regulatorio.
Con la administración de Trump marcando una agenda de reforma amplia para facilitar la operación de las instituciones financieras, Bessent enfatizó que racionalizar y adaptar la regulación no debe equivaler a un debilitamiento, sino ser una oportunidad para poner a los trabajadores estadounidenses en primer lugar y priorizar el crecimiento económico. El mensaje es claro: el camino hacia una regulación más eficiente y moderna está trazado, y Bessent está dispuesto a liderar la carga.