En Oshkosh, Wisconsin, el jefe de la Administración Federal de Aviación (FAA), Bryan Bedford, se encuentra en el ojo del huracán debido al límite de producción impuesto a Boeing. Según el informe original de David Shepardson, este límite establece que Boeing no puede superar la fabricación de 38 aviones 737 MAX por mes. La medida se adoptó tras un incidente en enero de 2024, cuando un avión de Alaska Airlines voló sin cuatro pernos claves.
La FAA no planea levantar el límite sin antes revisar toda la cadena de suministro del gigante aeroespacial. Bedford ha reconocido los esfuerzos de Boeing por mejorar su cultura corporativa, calificándolos de "reales" aunque todavía en fase embrionaria. El administrador de la FAA espera ver tendencias a largo plazo que reflejen un entorno laboral saludable y una verdadera mejora en la cultura de seguridad antes de considerar cambios en la supervisión actual.
Mientras tanto, el CEO de Boeing, Kelly Ortberg, expresó en mayo que la empresa está "bastante confiada" en poder elevar la producción del 737 MAX a 42 aviones mensuales. Además, la FAA está evaluando la posibilidad de certificar las variantes MAX 7 y MAX 10, lo que podría ampliar el mercado para Boeing. A pesar de estos avances, Bedford insiste en que aún queda mucho camino por recorrer antes de que la FAA relaje su supervisión.
Según Bedford, Boeing ha entendido que "hacer el trabajo bien la primera vez es la forma más barata de hacer el avión". Esta percepción parece estar impulsando un cambio cultural significativo dentro de la planta de Boeing, enfocándose en reducir las tasas de defectos. No obstante, el administrador reiteró que aunque el progreso es alentador, es demasiado pronto para bajar la guardia.
En una muestra de confianza en las mejoras de Boeing, la FAA extendió en mayo un programa que permite a la compañía llevar a cabo ciertas inspecciones en nombre de la agencia durante tres años adicionales. Este paso refuerza la colaboración entre la FAA y Boeing, pero también subraya la necesidad de mantener altos estándares de seguridad en la producción de aviones. A medida que estas mejoras continúan, la evolución de la producción y el control de calidad serán aspectos clave para el futuro de Boeing y su relación con la FAA.