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Un arancel que ya no asusta

Foto: EFE

Lo que hace unos años habría encendido las alarmas en los mercados, ahora se celebra con más o menos alivio: un 15% fijo a los productos europeos. El acuerdo entre Trump y Von der Leyen no fue TAN sorpresivo, pero sí confirmó lo que ya parece una norma informal en la política comercial estadounidense: todo parte de un mínimo del 15%. La tasa no es baja, pero en este clima, es casi un mal menor.

GANADORES, PERDEDORES Y CARTAS SIN NEGOCIAR

El acuerdo incluye compras europeas de energía y equipamiento militar estadounidense, pero deja sin aclarar muchos cabos sueltos. ¿Cómo se aplicará la tasa a sectores sensibles? ¿Quiénes recibirán cartas en vez de acuerdos formales? Mientras algunos países aún hacen fila esperando su turno, Trump parece decidido a usar este modelo como referencia: o aceptas rápido o pagas más. El mensaje está claro, aunque el método siga siendo opaco.

TRUMP CUMPLE SU PROMESA ARANCELARIA

El 15% no es solo una cifra: es una promesa de campaña cumplida. Lo que se tildó de bravuconada hoy es parte de un rediseño del comercio global. Japón, Indonesia, Vietnam, Filipinas… todos han aceptado el nuevo piso. Y aunque Europa llegó algo tarde a la fiesta, evitó aranceles más duros. Que los mercados hayan reaccionado positivamente dice mucho del nuevo estándar que Trump está imponiendo.}

SECTORIALES, LA PRÓXIMA BATALLA

Pero no todo está cerrado. El acero, el aluminio y, pronto, los semiconductores y productos farmacéuticos enfrentan aranceles aún más altos. Europa podría quedar atrapada en esa próxima ola si no logra una exención. Y con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, anunciando nuevos aranceles en dos semanas, el alivio de ayer podría ser solo una pausa antes de la siguiente pelea comercial.

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