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Contra viento y marea, la ocupación de Gaza sí va

El objetivo oficial de la ocupación en Gaza será derrotar a Hamás, rescatar a las personas secuestradas y establecer un nuevo control de seguridad en la Franja de Gaza.

Foto: EFE

Y lo que a principio de semana parecía un plan imposible (por sus miles de implicaciones), se volvió realidad: el gabinete israelí le dio luz verde al primer ministro Benjamín Netanyahu para ejercer el control total en Gaza. Sin importar los rehenes, la crisis humanitarias o que aliados clave se volteen.

El objetivo oficial será derrotar a Hamás, rescatar a las personas secuestradas y establecer un nuevo control de seguridad en la Franja de Gaza. Pero en Israel, no todos están de acuerdo: hay fuertes divisiones internas, tanto de las familias de los rehenes como de fuerzas militares. El plan acerca a Israel a una ocupación total de Gaza, algo que no ocurría desde hace casi dos décadas.

Un plan ambicioso y con mucho riesgo. 

  • Objetivos centrales. El gabinete de seguridad israelí aprobó un plan de cinco puntos: desarmar a Hamás, liberar a los rehenes, desmilitarizar Gaza, mantener el control de seguridad israelí y establecer una administración civil que no sea ni Hamás ni la Autoridad Palestina.
  • Fases y plazos. La primera fase consiste en la captura de Gaza City y la evacuación de gran parte de su población hacia el sur, con fecha límite el 7 de octubre, aniversario del ataque de Hamás en 2023. El plan está diseñado para desarrollarse en varias etapas durante cinco meses.
  • Impacto humanitario. Hasta un millón de palestinos podrían ser desplazados nuevamente. Gaza ya enfrenta una crisis de hambre con más de medio millón de personas en condiciones de inanición, según la ONU. La ayuda se ampliaría de 4 a 16 centros de distribución, pero ninguno en Gaza City, lo que podría forzar la salida de sus habitantes.
  • Reacciones internas en Israel. Encuestas muestran que la mayoría de la población apoya un alto al fuego para liberar a los rehenes. Altos mandos del ejército han recomendado la vía diplomática para evitar más bajas y riesgos. Familias de cautivos acusan al gobierno de crear falsas expectativas sobre un rescate militar.
  • Respuesta internacional y aliados clave que se distancian. Francia, Irlanda, Canadá y Alemania han condenado la expansión, citando violaciones al derecho internacional y riesgo de mayor inestabilidad. Alemania impuso un embargo de armas, una señal de tensión incluso con sus aliados más cercanos.

¿Y Washington que pinta en todo esto? La Casa Blanca evitó una condena directa y reiteró su apoyo a Israel, pero sí insistió en la entrada de más ayuda humanitaria a Gaza. El presidente Donald Trump declaró que es “decisión de Israel” ocupar o no todo el territorio, mostrando un respaldo implícito al plan. En pocas palabras: que Israel resuelva. 

La expansión militar de Israel en Gaza no solo redefine el rumbo del conflicto, sino que también coloca a Estados Unidos en una posición incómoda ante la comunidad internacional. Un respaldo abierto a Netanyahu podría reforzar la alianza estratégica, pero también aumentar las críticas hacia Washington.