El secretario de Defensa, Pete Hegseth, decidió que era buen momento para compartir —y elogiar— una entrevista de un pastor que cree que las mujeres no deberían votar.
El pastor Doug Wilson, además de ser líder de su iglesia en Idaho, es un autodeclarado nacionalista cristiano con opiniones que parecen salidas de un manual de historia pero del siglo XIX. Entre sus declaraciones está que el voto debería ser solo del “jefe del hogar” y que las familias voten “en bloque”, es decir, el marido decide.
All of Christ for All of Life. https://t.co/QqXhqZFStv
— Pete Hegseth (@PeteHegseth) August 8, 2025
Hegseth no solo lo compartió, sino que acompañó el video con la frase “All of Christ for All of Life”. El Pentágono confirmó que Hegseth es miembro de una iglesia afiliada a la red fundada por Wilson y que “aprecia mucho sus enseñanzas”. Lo que no dijo es si también aprecia la idea de que la esclavitud “no estaba tan mal” o que la sodomía debería volver a ser ilegal, posiciones que Wilson defiende sin temor a nada. Porque America es un país libre… (con puntos suspensivos incluidos).
Los expertos advierten que esto no se trata solo de creencias privadas, sino de un proyecto político: que estas ideas se extiendan y se conviertan en ley. Andrew Whitehead, sociólogo y especialista en nacionalismo cristiano, lo dice claro: la meta es que estos valores no se queden en la iglesia, sino que rijan la vida de todos.
En un país que presume de separar Iglesia y Estado, la pregunta es inevitable. ¿Importa lo que un funcionario cree si no lo convierte en ley? Tal vez la clave esté en que, cuando se tiene poder, incluso un retuit deja de ser solo un retuit. Y ahí es donde lo que se dice y lo que no, cobra más peso.