La posición en la que dormimos puede influir significativamente en nuestra salud, especialmente en lo que respecta a la respiración, la digestión y la circulación. Entre las distintas posturas para dormir, descansar de lado, y particularmente sobre el lado izquierdo, ha sido ampliamente reconocido como una de las opciones más beneficiosas para muchas personas.
Esta posición no solo favorece la apertura de las vías respiratorias, sino que también reduce la presión sobre ciertos órganos y mejora la circulación sanguínea.
Uno de los principales beneficios de dormir de lado es la mejora en la respiración. Para personas que sufren de apnea del sueño o ronquidos, esta postura puede ayudar a mantener las vías respiratorias abiertas, lo que facilita una respiración más fluida durante el descanso.
Al dormir boca arriba, la lengua y los tejidos blandos de la garganta pueden colapsar hacia atrás, obstruyendo parcial o totalmente las vías respiratorias. Dormir de lado reduce esta obstrucción, permitiendo una mejor entrada y salida del aire. Esto es especialmente importante en quienes padecen trastornos respiratorios del sueño, ya que una respiración constante y sin interrupciones mejora significativamente la calidad del descanso.
Dormir sobre el lado izquierdo aporta beneficios adicionales. Desde el punto de vista anatómico, esta postura permite una mejor alineación de los órganos internos. En particular, reduce la presión sobre el corazón y facilita el retorno venoso, ya que la vena cava inferior —responsable de transportar la sangre desde las extremidades inferiores hacia el corazón— se encuentra en el lado derecho del cuerpo. Al recostarse sobre el lado izquierdo, se evita comprimir esta vena, mejorando así la circulación y reduciendo la carga cardíaca.
Además, esta posición también favorece al sistema digestivo. El estómago y el páncreas están ubicados principalmente en el lado izquierdo del cuerpo. Al dormir de ese lado, se facilita el tránsito de los alimentos a través del sistema digestivo y se optimiza la producción de enzimas pancreáticas. En personas que padecen reflujo gastroesofágico, dormir sobre el lado izquierdo puede disminuir los episodios de acidez, ya que la gravedad ayuda a que el contenido gástrico no regrese al esófago.
Es importante destacar que, si bien esta posición puede ser ventajosa para muchas personas, no todos los individuos se benefician de la misma forma. Por ejemplo, en ciertos casos de afecciones pulmonares o cardíacas específicas, la postura para dormir debe ser evaluada por un profesional de la salud.