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La grieta verde

El debate sobre la marihuana dentro de MAGA va más allá de la planta: es una discusión sobre el modelo de país que cada grupo imagina.

Photo by CRYSTALWEED cannabis / Unsplash

El debate sobre la marihuana dentro de MAGA va más allá de la planta: es una discusión sobre el modelo de país que cada grupo imagina. Para unos, relajar las restricciones federales es abrirle la puerta a la decadencia; para otros, es una oportunidad para desafiar a las grandes farmacéuticas y explorar tratamientos alternativos para veteranos y pacientes con dolor crónico.

LIBERTAD, PERO CON MATICES

En el corazón de la discusión está una palabra que ambos bandos dicen defender: “libertad”. El problema es que la interpretan de formas muy distintas. Para el ala más tradicionalista, la libertad implica preservar valores culturales rígidos, incluso si eso significa restringir ciertas conductas. Para la facción más libertaria, la libertad es que el gobierno no ponga barreras innecesarias a las decisiones personales, médicas o de consumo.

UNA PELEA MÁS CULTURAL QUE MÉDICA

Pese a que la reclasificación de la marihuana no significaría su legalización total, la discusión se carga de simbolismo. La planta se convierte en un marcador cultural: un emblema de la contracultura para unos, una amenaza para el orden social para otros. Al final, este no es solo un debate sobre drogas, sino sobre qué significa, en 2025, vivir en el país que MAGA quiere construir.

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