La reconocida empresa china de inteligencia artificial, DeepSeek, ha tomado la decisión de retrasar el lanzamiento de su último modelo. Según el informe original, esta medida no fue tomada a la ligera y surge de complicaciones específicas que han afectado la estrategia de la compañía.
El principal escollo que enfrenta DeepSeek es la incapacidad de entrenar su modelo usando los chips de Huawei. Estos componentes eran esenciales en su desarrollo, y su ausencia ha creado un gran obstáculo para la empresa. Este contratiempo subraya una problemática más amplia dentro del sector tecnológico chino.
El impacto de este retraso en DeepSeek va más allá de lo técnico, ya que ilustra los límites del esfuerzo de Pekín por sustituir la tecnología estadounidense. La trayectoria de independencia tecnológica china no ha sido tan sencilla como se esperaría, y este caso lo pone en evidencia.
El Financial Times fue el medio encargado de dar a conocer este inconveniente el jueves. Disha Mishra, desde la vibrante ciudad de Bengaluru, fue la periodista que se encargó de reportar estos acontecimientos, ofreciéndonos una perspectiva clara y directa de la situación.
La historia de DeepSeek pone de manifiesto los desafíos continuos que enfrenta China en su búsqueda por tecnología nacional de reemplazo. Ambas barreras técnicas y políticas se entrelazan, complicando el panorama para muchas empresas chinas que buscan la independencia de componentes clave, algo que DeepSeek y Huawei han experimentado de primera mano.
