El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) anunció una actualización en su Policy Manual que endurece los criterios para otorgar beneficios migratorios, al incluir como factores determinantes el historial de antiamericanismo, antisemitismo o vínculos con organizaciones terroristas por parte de los solicitantes.
La medida, que entra en vigor de manera inmediata, afecta a todas las solicitudes pendientes y a las nuevas peticiones que impliquen un análisis de discrecionalidad por parte de los oficiales de inmigración.
Mayor escrutinio en solicitudes
De acuerdo con el comunicado oficial, USCIS ampliará el alcance de la revisión de redes sociales y la aplicará a un mayor número de trámites migratorios. En ese proceso, se buscarán indicios de “actividad antiamericana”, la cual será considerada como un factor sumamente negativo al momento de decidir si una persona es apta para recibir beneficios migratorios.
“Los beneficios de Estados Unidos no deben ser otorgados a quienes desprecian al país y promueven ideologías antiamericanas. USCIS está comprometido con implementar políticas que erradiquen el antiamericanismo y con reforzar los mecanismos de escrutinio al máximo”, dijo Matthew Tragesser, vocero de USCIS.
Alcance de la nueva guía
La actualización del Policy Manual incluye tres áreas clave:
- Discrecionalidad en solicitudes migratorias. Los oficiales evaluarán si el solicitante ha cumplido las leyes de inmigración y si ha promovido, apoyado o justificado ideologías hostiles a EE. UU., incluyendo antisemitismo y apoyo a organizaciones terroristas.
- Revisión en programas de inversión EB-5. En casos donde existan amenazas al interés nacional, fraude, falsificación o delitos relacionados, la discrecionalidad se aplicará de forma más estricta.
- Aplicación inmediata. La medida ya es vinculante y sustituye cualquier guía previa relacionada.
¿Repercusiones? Sí las hay.
El endurecimiento de criterios refleja una tendencia del gobierno hacia políticas migratorias más restrictivas en materia de seguridad nacional. Pero, también genera interrogantes legales y éticos sobre cómo se definirá y probará el concepto de “actividad antiamericana”, un término que podría abarcar desde vínculos con grupos radicales hasta expresiones políticas críticas hacia Estados Unidos.
Para organizaciones de derechos civiles y expertos en inmigración, existe el riesgo de que estas medidas se apliquen de forma subjetiva y den lugar a exclusiones basadas en la expresión política o ideológica, lo que podría chocar con principios de libertad de expresión.
USCIS reafirma que el otorgamiento de beneficios migratorios no es un derecho automático, sino una prerrogativa condicionada al cumplimiento de la ley y a la ausencia de conductas que puedan interpretarse como contrarias a los valores estadounidenses. El impacto real de esta política se verá en los próximos meses, conforme se apliquen los nuevos criterios a casos en curso y a futuras solicitudes.