El mercado del petróleo sigue viviendo una montaña rusa de emociones. Esta semana, el precio del Brent se mantuvo alrededor de $67 por barril después de un repunte del 1.6% el miércoles, mientras que el precio del West Texas Intermediate (WTI) se estabilizó cerca de los $63 por barril. Según el informe original, estas cifras se presentan en un contexto de reducción de las reservas de crudo en Estados Unidos, que cayeron en 6 millones de barriles la semana pasada de acuerdo con la Administración de Información de Energía (EIA).
Las reservas de gasolina también han venido disminuyendo, marcando la quinta semana consecutiva de caída. Sin embargo, el centro de almacenamiento clave en Cushing, Oklahoma, ha observado un aumento en las reservas de crudo por séptima semana consecutiva. Este incremento se debe, en parte, a un reciente flujo intensificado desde la Cuenca Pérmica, que es fundamental para los futuros del WTI. Estos movimientos en las reservas revelan las complejidades del mercado y sugieren un desequilibrio entre la oferta y la demanda a corto plazo.
El año ha sido complicado para el petróleo, que ha visto una caída de más del 10%. Esta baja se atribuye a las preocupaciones sobre las políticas comerciales estadounidenses y al retorno de la producción inactiva de la OPEP+, aumentando así las expectativas de un posible exceso de oferta una vez que finalice la demanda máxima del verano. Mientras tanto, Moscú ha mantenido su flujo de petróleo a pesar de las sanciones, enviando una gran parte a India, lo que ha generado críticas desde la administración estadounidense con amenazas de sanciones económicas hacia Nueva Delhi.
A pesar de las fluctuaciones actuales, hay quienes observan el futuro con preocupación. John Driscoll, director de la consultora JTD Energy Services Pte, sugiere que, a largo plazo, el mercado podría enfrentar una caída sostenida hacia la mitad del próximo año. Esta visión resalta la percepción de que los fundamentos económicos podrían llevar a una corrección significativa en el mercado, acercándonos a un nuevo ciclo de precios bajos.
En este complicado juego de tensiones políticas y cambios en la oferta y demanda, el mercado petrolero sigue desafiando las expectativas. Con múltiples factores en juego, los próximos meses serán cruciales para determinar la dirección que tomará este volátil mercado. Las cartas están sobre la mesa, pero la partida está lejos de haber concluido.