Kilmar Abrego García, un trabajador salvadoreño de 30 años residente en Maryland, enfrenta nuevamente la amenaza de deportación tras ser detenido este lunes en Baltimore por autoridades de inmigración. Apenas tres días antes, había sido liberado de una cárcel en Tennessee, donde permaneció por más de cinco meses mientras enfrentaba cargos de tráfico humano que su defensa califica como infundados y retaliatorios.
Deportación a Uganda: una medida polémica
WTOP informó que el gobierno de Trump busca deportar a Abrego García a Uganda, un país con el que no tiene vínculos y donde no se habla español. Esta decisión surge después de que él rechazara un acuerdo que incluía su deportación a Costa Rica, donde se le ofrecía estatus legal. Según su abogado, Simon Sandoval-Moshenberg, ya se presentó una demanda en un tribunal federal de Maryland para bloquear su deportación inmediata, amparándose en una orden judicial que garantiza 48 horas para apelar antes de cualquier remoción.
Un caso marcado por errores y controversias
En marzo, Abrego García fue deportado erróneamente a El Salvador, a pesar de que un juez había determinado que enfrentaba un "temor bien fundado" de violencia en su país natal. Tras una orden de la Corte Suprema, fue devuelto a Estados Unidos en junio, solo para ser acusado de tráfico humano. Estos cargos se derivan de un incidente en 2022, cuando fue detenido en Tennessee con nueve pasajeros en su vehículo. Aunque la policía sospechó de contrabando, no presentó cargos en ese momento.
Resistencia y apoyo comunitario
Antes de entregarse a las autoridades, Abrego García habló en un mitin, donde expresó su fe en que la justicia prevalecerá. “Dios está con nosotros y nunca nos abandonará”, afirmó a través de un traductor. Su caso ha movilizado a defensores de derechos humanos, quienes denuncian que el gobierno busca castigarlo por desafiar su deportación inicial.
Lo que está en juego
Abrego García, quien tiene esposa e hijos estadounidenses, representa un caso emblemático de las políticas migratorias de la administración Trump. Su situación pone en evidencia las fallas del sistema y los riesgos que enfrentan los inmigrantes al desafiar decisiones gubernamentales. Mientras tanto, su futuro sigue en el aire, con una posible deportación a Uganda que podría concretarse en los próximos días.