En un movimiento que ha sorprendido a muchos, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el 26 de agosto de 2025 su decisión de despedir a Lisa Cook, gobernadora de la Reserva Federal. Según el informe original, Trump realizó este anuncio a través de una carta en su red social, Truth Social, donde afirmó tener pruebas suficientes de que Cook hizo "declaraciones falsas en uno o más acuerdos hipotecarios".
Las acusaciones que han llevado al despido de Cook fueron presentadas la semana anterior por Bill Pulte, designado por Trump y jefe de la agencia que regula a las entidades hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac. Según Pulte, Cook habría reclamado dos residencias principales en 2021 para obtener condiciones hipotecarias más favorables. De ser ciertas estas acusaciones, esto violaría las normativas habituales sobre préstamos hipotecarios.
Lisa Cook, nominada en 2022 para formar parte de la junta de la Reserva Federal por el ex presidente Joe Biden, es notable por ser la primera mujer negra en ocupar un puesto en esta institución. Aunque las acusaciones han generado controversia, los demócratas del Senado han expresado su apoyo a Cook, resaltando que no ha sido acusada formalmente de ningún delito. Cook ha declarado previamente su resistencia ante las presiones para que dimita, afirmando que no se dejará intimidar por estas acusaciones.
El despido de Cook es histórico, pues ningún presidente ha intentado despojar de su cargo a un gobernador de la Reserva Federal. Aunque, en el pasado, presidentes como Richard Nixon y Lyndon Johnson ejercieron presión sobre la Fed, lo hicieron principalmente de manera discreta. La independencia de la Fed es vista como crucial para combatir la inflación, dado que le permite tomar decisiones impopulares, como elevar las tasas de interés.
Si este despido resulta en una alteración del liderazgo de la Fed, Trump podría nombrar a alguien que apoye su meta de reducir las tasas de interés, lo cual podría tener implicaciones en el control de la inflación. Mientras, los mercados financieros podrían reaccionar de manera volátil a estos cambios, dado el impacto potencial sobre las tasas de interés, préstamos y la economía en general. Resta esperar cómo se desarrollarán los acontecimientos y si esta decisión terminará en una batalla legal que pudiera llegar a la Corte Suprema.