En 2024, los estados rurales del Sur y Oeste lideraron las tasas de crímenes violentos y homicidios en Estados Unidos, superando incluso a grandes ciudades que suelen acaparar la atención mediática. Aunque Washington, DC, Baltimore y otras áreas del corredor DMV reciben medidas de seguridad como el despliegue de la Guardia Nacional, los datos muestran que comunidades rurales en otros estados presentan cifras por habitante mucho más altas. Así lo revela un análisis de Axios basado en datos del FBI.
Alaska y Nuevo México lideran por habitante
Alaska tuvo la tasa más alta de crímenes violentos del país: 1,194 por cada 100,000 habitantes, más de tres veces el promedio nacional de 359. Nuevo México ocupó el segundo lugar con 757 por cada 100,000, más del doble del promedio nacional.
Estados del Sur rural superan a grandes ciudades
Louisiana, Tennessee, Alabama, Arkansas y Carolina del Sur registraron tasas muy superiores al promedio nacional. Estados grandes como California y Nueva York tienen más crímenes totales, pero sus tasas por habitante son comparables a Arkansas y Tennessee.
Homicidios en zonas rurales
Alaska y Nuevo México lideran en homicidios: 11.3 por cada 100,000 habitantes, más del doble del promedio nacional de 5. Pennsylvania quedó tercero con 10.1, seguida de Louisiana, Alabama y Tennessee. Illinois, donde está Chicago, tuvo 6 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Pequeñas ciudades, grandes problemas
Ciudades pequeñas muestran cifras alarmantes:
- Fairbanks, Alaska (32,000 habitantes): casi 700 crímenes violentos por 100,000 personas.
- McKeesport, Pennsylvania (18,000 habitantes): 1,693 crímenes violentos y 32.5 homicidios por 100,000 habitantes.
- Dyersburg, Tennessee (16,000 habitantes): 1,256 crímenes violentos y 18.8 homicidios por 100,000 habitantes.
Qué significa para DC, Maryland y Virginia
Washington, DC, tuvo 25.9 homicidios por cada 100,000 habitantes, y la Guardia Nacional ya se desplegó aquí. Sin embargo, los datos muestran que la violencia extrema también ocurre en zonas rurales, incluso en comunidades cercanas a Maryland y Virginia, aunque recibe menos atención mediática.
Ralph Weisheit, profesor de justicia criminal en Illinois State University, afirma:
“El crimen rural a menudo se pasa por alto porque los medios se centran en áreas urbanas. En muchos casos, estas comunidades han sido devastadas por la adicción a las drogas”.
Mientas la atención mediática se enfoca en la violencia en ciudades como Washington, DC, los datos de 2024 muestran una realidad alarmante y subestimada: la criminalidad es mucho más alta en estados rurales. La conclusión es clara: la epidemia de crímenes violentos afecta de forma desproporcionada a comunidades rurales del Sur y Oeste, superando las tasas per cápita de las grandes metrópolis.